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El resultado de las elecciones de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) viene con matices. Tanto a nivel nacional como provincial triunfó la lista Verde y Blanca, pero en el país persisten las denuncias de fraude. La conducción de ATE Jujuy quedó en manos de Matías Brizuela y Carlos Mercado, quienes continuarán la gestión de Fernando Acosta, el nuevo secretario general de ATE nacional.
Matías Brizuela es el nuevo secretario general de ATE Jujuy, que en la provincia representa al oficialismo local. Si bien aquí no hay discusión acerca de los resultados, los comicios tuvieron algunos episodios de violencia e intentos de fraude, según aseguró Brizuela. Ya están presentando algunas impugnaciones, como la lista del Centro de Jubilados de Palpalá, porque «no se puede jugar entregar en las mesas el voto y el bolsón de mercadería, a pocos metros, obligando a la gente a votar», describió.
Más allá de algunos incidentes menores, no parece haber discusión sobre el triunfo de la lista Verde y Blanca, que Brizuela calificó de «contundente».
«En ATE deciden los trabajadores y somos el gremio mayoritario dentro de la Intersindical, por eso les decimos a los gremios que jugaron mal, que perdieron ellos, perdieron sus candidatos, que lo reconozcan», dijo Brizuela, y adelantó que el luntes próximo volverán al trabajo y retomarán las actividades que tienen que ver con lo gremial, «los reclamos salariales, de estabilidad, todos los puntos pendientes que seguramente la otra semana vamos a estar ya en la calle, en la lucha, como decidimos continuar».
«Quiero decirles a los trabajadores que en ATE Jujuy ganaron la democracia y la participación, que acá no hay ningún partido político ni ningún patrón de por medio», aseguró, y mencionó que «algunos intendentes jugaron con la otra lista y perdieron, funcionarios jugaron con la otra lista y también perdieron».
Denuncias e impugnaciones
A nivel país, en cambio, la cosa viene más complicada. La opositora lista Verde y Blanca, encabezada por Fernando Acosta, asegura que gana las elecciones nacionales de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) por al menos 20 mil votos. Sin embargo, el oficialismo informó que lleva 10 mil votos de ventaja. La discusión gira sobre todo en torno a la provincia de Buenos Aires.
Los comicios en ATE se desarrollaron el miércoles en medio de situaciones de violencia, denuncias de fraude y robo de urnas. La lista Verde y Blanca, encabezada por Acosta (Jujuy) y Miguel Pelandino (Entre Ríos), asegura que triunfó por una amplia diferencia ante «la saliente conducción de Godoy y Fuentes, que se robó 300 urnas, que no quiere entregar la Junta Electoral”.
Acosta relató a El Submarino que en Buenos Aires “utilizaron la violencia golpeando a los fiscales y sacándolos de los lugares de votación, con insultos y violencia física”, para fraguar el escrutinio, y confirmó que ya hicieron la denuncia ante el Ministerio de Trabajo de la Nación, al que solicitan que impugne las urnas violentadas o llame a votar nuevamente en esas mesas, con custodia policial y veedores de la cartera laboral.
En la provincia de Buenos Aires se da una situación muy particular, porque tiene el padrón más grande, explicó Acosta, y calificó como “un atentado a la democracia” los manejos del oficialismo. “Ellos son la actual conducción de ATE y manejan la Junta Electoral a tal punto que el presidente de la Junta es el dueño de la empresa que se ocupa de la cuestión informática de padrones”.
La sospecha parte del hecho de que la Junta Electoral inhabilitó a unos 500 fiscales de la oposición. “El argumento era que no estaban afiliados, pero primero dijeron que sí, después que no… pero como ellos tienen los padrones…”, señala Acosta. Por otra parte, está la cuestión de las urnas: “Salieron alrededor de 300 urnas volantes, que son las que se llevan en un auto a distintos lugares para que voten los compañeros, y salieron sin ningún fiscal porque los echaron a todos”.
Así es como no hay registro confiable de cómo se votó en esos lugares, lo que implica unos 18 mil votos, según estimó Acosta. “Tienen secuestrados los votos”, afirmó.
“Como tenemos una ventaja de 20 mil votos, ellos van a buscar compensar con todas estas urnas que no fiscalizamos, que suman alrededor de 18 mil empadronados. Pero hay que tener en cuenta que el promedio de votación en los lugares de la provincia de Buenos Aires donde hubo controles fue alrededor de un 30 por ciento de los afiliados, y ellos van a decir que en esas que faltan se votó el cien por ciento”, precisó.
“Es fraude alevoso y comprobable”, sintetizó, y aseguró que “la decisión es defender el voto de los compañeros, por eso no les vamos a permitir esto, porque nosotros ganamos elecciones con los votos. Somos todos candidatos provinciales, alejados de la capital, negritos y todo lo que quieran, pero a nosotros no nos van a trapear, no nos van a sacar a patadas”.
