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«Una alarmante caída en la ocupación» describió José Luis Velázquez, titular de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra) Jujuy, al advertir sobre la pérdida de más de 600 fuentes de trabajo a causa de la paralización de obras viales públicas y la demora en el inicio de nuevos planes de construcción de viviendas que estaban proyectadas para la capital y el interior de la provincia.
Velázquez precisó que la caída se pronunció en los últimos dos meses, supera el 15 por ciento y alcanza ya a más de 300 obreros y operarios de la construcción que perdieron su fuente de trabajo, llevando al doble esa cifra negativa en menos de tres meses.
Entre las principales obras paralizadas se encuentran la pavimentación de ruta provincial 1, en el tramo comprendido entre Jujuy y Palpalá; ruta nacional 9, entre Jujuy y Yala; el nuevo puente sobre el río Grande en esta capital; y la pavimentación de ruta nacional 9, entre Purmamarca y La Quiaca.
“En lo que va del año, es decir en dos meses, nuestro sector engrosó las filas de desocupados de manera alarmante. Ya son seiscientos los trabajadores que en este incipiente 2016 se quedaron sin trabajo”, indicó el gremialista, a la vez de apuntar que desde el gremio se mantienen conversaciones permanentes con las cámaras de la construcción, las empresas y funcionarios del Ivuj, aunque aclaró que por ahora no hubo una respuesta que corone los petitorios de la Uocra.
“Lamentablemente estamos con una preocupación constante y a medida que pasan los días vemos que la situación se va agudizando”, exclamó e inmediatamente precisó que desde el organismo de Vivienda hubo un compromiso de darle continuidad a las obras que hoy están paralizadas y que por cuestiones de financiamiento la marcha de las mismas se detuvieron.
Relató que en las últimas semanas, producto de la paralización de algunos frentes de obra, el sector sufrió la suspensión por 15 días de más de 300 trabajadores. “En lo que va del año, la construcción va perdiendo alrededor de 600 puestos de empleo”, repitió.
Sostuvo que la recesión que atraviesa a la actividad de la construcción provocó un impacto negativo en la familia de los constructores y aseguró que la mayoría de los trabajadores que se quedaron sin su fuente de empleo tiene hijos con edad escolar y que no pudieron afrontar la compra de la totalidad de los productos de la canasta escolar.
Por último, explicó que también existe una merma en el ritmo de obras de vivienda por la falta de pago de certificados y una demora considerable en el inicio de nuevos planes de vivienda.
