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El justicialista Juan Manuel Soler acaba de jurar como fiscal adjunto de la Oficina Anticorrupción. En diálogo con El Submarino Radio, aseguró que “se terminó” su pertenencia partidaria en el momento de asumir su cargo, señaló que “están abiertas” las discusiones sobre cuál es la manera de garantizar la imparcialidad de estos organismos y admitió que «mientras menos compromisos tenga quien asuma esta función, sería mejor».
-¿Cuál será su rol en la Oficina Anticorrupción?
-El fiscal adjunto cumple un rol auxiliar en temas que aún se deben definir, porque este organismo se creó por ley en diciembre de 2015 y todavía no tiene dictado su reglamento interno ni su ley orgánica. En eso estamos trabajando, a los efectos de generar, desde cada una de las fiscalías, los distintos roles que vamos a cumplir, más allá de los roles generales que tiene la oficina en su plan de acción.
-Desde algunos sectores se señala que las oficinas anticorrupción deben estar encabezadas por personas de la oposición política, porque deben investigar actos de corrupción de funcionarios. Esto no es así en el caso de Joaquín Millón Quintana, que además fue designado por el gobernador.
-Justamente el lunes, en un seminario en Buenos Aires donde había gente de todo el mundo, se discutieron dos temas: si la Oficina debe estar dentro del ámbito del Poder Ejecutivo, y si no debería, para mayor transparencia, pertenecer a la oposición, como es el caso de la Auditoría General de la Nación. Esas son discusiones que están abiertas. Yo considero que mientras menos compromisos tenga quien asuma esta función, sería mejor. Por ejemplo en Guatemala, uno de los países con más altos índices de corrupción, el fiscal anticorrupción es colombiano, porque el criterio es que debe estar despojado de absolutamente todo tipo compromiso. Ese es un ejemplo extremo que ha demostrado eficiencia. Acá depende del compromiso de cada una de las personas en cumplir lo que la ley le manda. Por supuesto que esto genera suspicacias, pero lo bueno es que hay una Oficina Anticorrupción que debe mostrar eficiencia. Y estos temas son para debatir, y seguramente se pueden ir modificando con posterioridad.
-Millón Quintana es además querellante en la causa de la cooperativa Pibes Villeros, vinculada a la Tupac Amaru, y eso puede poner en duda la imparcialidad en el ejercicio de su función.
-Yo recién me estoy interiorizando en el tema. Es verdad que el titular es querellante en esa causa, y eso puede hacer que no haya garantías de una actuación objetiva. Pero tampoco hay un punto hoy que nos diga lo contrario. Yo creo que hay que darle un hándicap a esta oficina. Es bueno que esté creada, tiene buenas facultades para prevenir y garantizar que la plata que está destinada a obras, a salud, vaya a eso, y no al bolsillo de ningún funcionario de turno. Lo que uno nota es un trabajo serio y comprometido.
-¿Cómo va a ser el funcionamiento de la Oficina?
-Está la ley de creación de la Oficina, reglamentada por el Poder Ejecutivo, y ahora estamos terminando el reglamento interno. El objetivo es prevenir los hechos de corrupción y esclarecer los actos de corrupción pasados. Yo espero que no se convierta en una oficina de memoria, verdad y justicia, que sirva solo para esclarecer hechos pasados, y que en cambio sea una oficina de control eficiente.
-¿Qué quiere decir con lo de «memoria, verdad y justicia»?
-Digo que hoy, tanto la Oficina Anticorrupción de la Nación como la nuestra, y de esto hablé con Laura Alonso, por ahí estamos abocados a casos de corrupción de gestiones anteriores. Pero el éxito estará en la prevención. Esto no significa que no haya que investigar lo otro; lo que se fue por la canaleta de la corrupción hay que investigarlo y que se pene a quien haya que penar. Pero considero que nosotros vamos a tener mayor éxito si logramos que no existan más hechos de corrupción o que al menos se baje el índice, y ahí estamos trabajando fuertemente. Yo, por mi parte, apenas asumí en este lugar, se terminó mi pertenencia partidaria, porque si no estaría cayendo en lo mismo que nosotros ponemos como inquietud.
-En la causa que involucra a Milagro Sala y la cooperativa Pibes Villeros, ¿quién es querellante? ¿La oficina anticorrupción o el fiscal?
-La Oficina Anticorrupción es la querellante, en cabeza de su titular; y si él no estuviese, seríamos los fiscales adjuntos los representantes de la oficina.
-¿Dónde funciona la oficina? ¿Recibe denuncias?
-La oficina está en 19 de Abril 1125, y Senador Pérez. Recién hemos abierto porque el 21 de abril se aprobó el presupuesto y ahí se pudo alquilar un inmueble. Se lo está equipando, pero desde el primer día está recibiendo denuncias en la planta baja, a la mañana y a la tarde.
