Dos maestros de Jujuy ganaron el premio de un millón de pesos al mejor equipo docente de Argentina

Fernando Sueiro y Sueiro y Edgardo Balanza Ruggeri son docentes de la Escuela de Minas Dr. Horacio Carrillo, de Jujuy. Juntos formaron un equipo interdisciplinario que acaba de quedarse con el galardón mayor del premio nacional Maestros Argentinos, un millón de pesos que les permitirá seguir desarrollando su proyecto pedagógico.

Lo anunció hoy al mediodía el presidente Mauricio Macri junto al ministro de Educación nacional, Alejandro Finocchiario, en la ceremonia de entrega de los premios que se realizó en el CCK. El premio Maestros Argentinos se entrega desde el año pasado y es organizado por la Presidencia de la nación y el ministerio de Educación nacional para destacar el aporte del trabajo de docentes en escuelas estatales del país.

«Claramente, en esta propuesta de cambio y construcción, la herramienta más potente, con más capacidad de transformación, es la educación pública, verdadera igualadora de oportunidades», aseguró Macri.

«Sueño en ayudar a que cada uno pueda elegir quedarse en su pueblo y provincia, si es lo que quiere, porque ahí vamos a generar desarrollo y agregar valor a todas las cosas maravillosas que tenemos en nuestro país», subrayó el Presidente.

Desde 2012, los dos docentes jujeños llevan adelante un proyecto pedagógico que cruza la ciencia y la informática y las artes visuales. Los alumnos de Sueiro y Sueiro y de Balanza relevan problemas concretos de sus comunidades y luego, apoyándose en los conocimientos de las ciencias, desarrollan prototipos tecnológicos para solucionarlos. En el último paso, desde el área de informática y arte, producen videos tutoriales bien didácticos para compartir y enseñar esas soluciones a toda la comunidad.

“Poder brindar soluciones a las comunidades regionales de la provincia a través de videos que explican paso a paso cómo realizar productos tecnológicos útiles para la vida cotidiana». Así sintetiza el corazón del proyecto premiados una de los cinco alumnos que viajaron desde Jujuy para la premiación.

Se trata de Paula Torres, de 18 años, que dice este mediodía en el CCK: «Es una emoción muy grande estar acá. La mayoría de nosotros no conocíamos Buenos Aires. Fue muy sorpresivo y emocionante». La alumna Jimena Abán, de 16 años, comenta: «Llevó mucho esfuerzo y es una emoción muy grande».

El proyecto de Balanza y Sueiro y Sueiro involucra a alumnos de entre 13 y 17 años, del ciclo básico y del ciclo superior de la Escuela de Minas, una escuela técnica preuniversitaria dependiente de la Universidad Nacional de Jujuy, a la que se ingresa por un curso de ingreso obligatorio.

Son chicos de sectores medios y de sectores vulnerables. Se inscriben unos 600 chicos por año y por razones de espacio, sólo ingresan 110 luego de un curso de ingreso en el mes de octubre a lo largo del cual profundizan conocimientos adquiridos en la escuela primaria. Los estudiantes de la Escuela de Minas egresan con los títulos de técnicos en informática, en minas o en química.

Entre las soluciones tecnológicas desarrolladas y divulgadas con los tutoriales, está por ejemplo el proyecto «S.O.S. Alerta Arsénico» para reducir la concentración de arsénico en el agua. Los alumnos desarrollaron el prototipo de un filtro barato y de construcción sencilla. A través de las redes sociales, páginas webs y tutoriales subidos a internet o distribuidos a través de DVDs, compartieron la solución con toda la comunidad.

Ahora, con otro proyecto, intentan contribuir al desarrollo del turismo y alentar el consumo de productos andinos, desde la papa andina, la quinoa y la carne de llama.

Maestros argentinos

Balanza, de 51 años de edad y más de 20 de docencia, profesor secundario del área artística y formado como profesor superior de piano, explica la relevancia de la tarea escolar encarada desde 2012: «Para nosotros, este proyecto implica acompañar a nuestros alumnos y darles la posibilidad de aplicar en la realidad de sus comunidades los conocimientos que adquieren en la escuela, que descubren en el aula».

El proyecto de Sueiro y Sueiro y de Balanza representa un verdadero desafío en un sistema educativo poco acostumbrado al trabajo colaborativo y al cruce de áreas de conocimiento: del arte audiovisual a la informática y las tecnologías de la comunicación pasando por áreas claves como la matemática, la química, hasta lograr un mérito todavía más raro, que lo aprendido en el aula se concrete en soluciones prácticas de problemas de la vida real.

Sueiro y Sueiro tiene 45 años y 20 de docente. Es licenciado en gestión de la calidad educativa por la Universidad del Salvador y licenciado en Informática por la Universidad Católica de Santiago del Estero. En la Escuela de Minas es docente del área de informática aplicada.

«Es un proyecto realmente interárea -dice el profesor de informática-. Cuando no entienden algo en la etapa del prototipo, plantean por ejemplo ‘me falta entender este tema para llevarlo a la práctica’ y entonces nos contactamos también con profesionales del medio, ingenieros o químicos que puedan dar respuesta».

El sentido de comunidad y la solidaridad con las poblaciones de la región es otro de los aspectos pedagógicos que destaca Balanza. «Es una iniciativa educativa orientada a la colaboración con la sociedad», dice.

El premio

«Los testimonios de los estudiantes dan cuenta de un crecimiento en términos de su rol como ciudadanos que ponen al servicio de la sociedad sus saberes, sus habilidades y su compromiso con la resolución de problemas locales, con una proyección regional y global». Esos son los méritos del proyecto de los docentes jujeños según el jurado del premio Maestros Argentinos.

El jurado de selección estuvo integrado por los 10 finalistas de la edición 2016 de Maestros Argentinos y por cinco organizaciones de la sociedad civil, Cimientos, Enseñá por Argentina, Educar 2050, Compromiso y APAER. El jurado escogió primero a 20 finalistas de entre los 100 proyectos con las mejores ponderaciones, según la preselección a cargo de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), y luego de una ronda de entrevistas, el jurado definió a los finalistas.

Desde el año pasado, Maestros Argentinos busca reconocer la tarea de equipos docentes del país capaces de desarrollar proyectos pedagógicos colaborativos, interdisciplinarios, que aporten a la calidad de los aprendizajes y a la permanencia de los alumnos en la escuela, la innovación, su posibilidad de escala en el sistema educativo y el impacto en la comunidad, entre otras variables.

Los diez finalistas se llevan cada uno un premio, materializado en una suma de dinero destinado a sostener el proyecto, 500 mil pesos para el segundo puesto, 400 mil para el tercero, 300 mil para el cuarto y 200 mil para el quinto. El resto se llevará 100 mil pesos cada uno.

Se postularon mil proyectos en todo el país del sistema de gestión estatal en sus niveles inicial, primario y secundario, de los cuales 400 lograron cumplir con los requisitos básicos. Los finalistas fueron además del proyecto jujeño, tres equipos de Río Negro y uno de Tucumán, Caba, Santa Cruz, Corrientes, Salta y Misiones.

Luciana Vázquez, La Nación 

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