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La diputada provincial (PJ) Liliana Fellner presentó en la Legislatura un proyecto para implementar un protocolo que permita dtectar en la consulta médica a las mujeres que sean víctimas de violencia de género. La iniciativa se inscribe en una serie de actividades que la legisladora impulsa por el Mes Internacional de la Mujer.
El protocolo en cuestión deberá ser de aplicación obligatoria para las instituciones públicas y privadas de la salud, y tiene como propósito «garantizar el cumplimiento del derecho de todas las personas a vivir una vida libre de violencia, desde una mirada transversal e interdisciplinaria», según detalló Fellner.
«De esta manera se establecerá una pauta de actuación normalizada y homogénea para la detección, valoración y actuación ante situaciones de violencia, con el objeto de ofrecer orientaciones a los agentes de salud para la atención integral de las mujeres que acuden a las instituciones públicas y privadas de salud en demanda de atención”, completó.
Además, la aplicación de este protocolo tiene por objeto la intervención activa del Estado en la prevención de la violencia de género. En este sentido, los agentes o efectores de salud deberán «recabar la información necesaria y volcarla en el Registro de la Historia Clínica que concentrará, contendrá y sistematizará la información en formato digitalizado, de los hechos, tipos y modalidades de la violencia de género regulados en la Ley 26.485, siéndoles extensivas y aplicables las disposiciones que en materia de confidencialidad e intimidad se establecen en los artículos 8 y 10 de la Ley 25.326 y el artículo 7, inciso f, de la Ley 26.485».
Esto es porque, advierte Fellner, “en determinadas ocasiones es muy difícil la tarea de identificación de las víctimas de violencia, ya que muchas veces la mujer no está dispuesta a manifestarse públicamente al respecto. Sin embargo, estamos estableciendo un protocolo de actuación que, de seguirse, permitirá dilucidar muchas situaciones que se esconden detrás de la historia de muchas mujeres y que permitirá ayudarlas”.
El protocolo prevé que los profesionales de la salud cumplan con una serie de pasos para analizar la situación de cada mujer, y brinda información sobre cómo identificar signos y señales de violencia, cuáles son las pautas básicas para la entrevista con la mujer víctima de violencia, e indicadores respecto de la exploración física y psíquica de las pacientes, con un apartado especial para profesionales de la salud mental.
Así, está previsto que los profesionales no sólo actúen en lo inmediato, ayudando a las damnificadas a reconocer el problema y aportando información sobre los lugares específicos a los que pueden acudir, sino que también hagan un seguimiento posterior.
«Los trabajadores de la salud pueden aportar mucho para terminar con este flagelo que afecta a muchísimas mujeres -comentó la diputada-. Es una manera de generar una forma más de prevención, en instancias en las que es posible actuar a tiempo”.
