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La frase fue contundente y no puede pasar desapercibida. La dijo durante una amigable charla con el periodista militante Luis Majul, quien en la quinta presidencial de Olivos ensayó una entrevista para su programa de televisión.
En uno de los pasajes del fraternal diálogo entre el jefe de la Casa Rosada y uno de los mayores receptores de pauta oficial de la gestión Cambiemos, Mauricio Macri se refirió al caso de gatillo fácil protagonizado por el policía Luis Chocobar, quien mató por la espalda a un ladrón en el barrio de La Boca.
«Mi principal responsabilidad es cuidar a los argentinos», dijo, paternal, el mandatario y agregó: «Yo no puedo cuidarlos si no cuidamos a aquellos que nos cuidan; si no admiramos a aquel que arriesga la vida por nosotros». La frase fue dedicada al policía que Macri recibió con honores en la Casa Rosada y a quien felicitó por su labor. En ese sentido, fue contundente: «Siento que Chocobar actuó como correspondía», dijo y luego disparó una frase peligrosa no solo por lo que habilita en las fuerzas de seguridad sino por lo que condiciona a la Justicia: «Yo actué como ciudadano, espero haber influido en los jueces para que nos cuiden de la delincuencia».
Y si de influir se trata, Macri parece no aceptar límites con miras a las elecciones nacionales de 2019, que definirán los próximos cuatro años de gobierno en el país y las provincias, además de la ciudad de Buenos Aires. Sobre ello, el jefe del Estado no se privó de aceptar que va a hacer lo que sea. «Yo tengo un compromiso con los argentinos y si ellos creen que tengo que continuar un mandato más, voy a estar», dijo y, envalentonado, confesó: «Es fundamental que sean reelectos Larreta y Vidal para el futuro de la Ciudad y de la Provincia. Voy a trabajar para eso».
La frase sobre su apoyo explícito desde sillón más poderoso del país puede entenderse tambén como un mensaje a los gobernadores que se quejan por los millonarios beneficios económicos que recibe el gobierno bonaerense en detrimento del resto de los distritos. Según parece, el modus operandi así continuará.
Otro de los momentos textuales del Presidente que poco favor le hacen a la ética del poder es el que estuvo referido a las fortunas que sus funcionarios tienen alrededor del mundo, Macri fue puntual y dejó en claro que poco le importa el dinero non sancto: «No es un delito tener plata afuera. Son personas que estaban en el exterior, les iba muy bien y vinieron para ayudar a este país que aman», dijo en modo cuento de hadas para referirse a las cuentas offshore y en paraisos fiscales que parte de su gabinete desparraó en bancos de todo el planeta.
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Macri también habló del hit del verano, la canción que se instaló en las canchas de fútbol y los mitines de todo tipo y color. «Si hay alguien que entiende la pasión del fútbol y de la cancha soy yo», apuntó y luego consideró que «los cantitos» le parecen «creativos y graciosos», aunque sostuvo que «detrás de los cantos hay política».
