Los padres de los alumnos que asisten a la Escuela de Educación Especial N° 7 Instituto Helen Keller, destinada a niños sordos, difundieron una carta abierta dirigida al gobernador Gerardo Morales y a la ministra de Educación, Isolda Calsina, en la que explican los motivos por los que rechazan que se instale la Escuela Provincial de Teatro Tito Guerra en el mismo edificio.
Además de al gobernador y la ministra, la carta está dirigida «a todos los que integran el área de Educación y sobre todo al pueblo de Jujuy».
Denuncian que personal de un estudio de Arquitectura se presentó la semana pasada sin previo aviso de nadie, para anunciar que llevarían materiales de construcción; que lo hicieron «irrespetuosamente», sin identificarse e incluso «forzando y rompiendo la puerta».
Sobre el traslado de la Tito Guerra, aclaran que si bien la escuela se ve amplia, tiene pocas aulas. Y que los grupos de alumnos deben ser pequeños «para trabajar como es debido». «No queremos un niño incluido solo para que vaya a socializar, queremos niños que tengan una buena base académica para que el día que tengan que incluirlo esté al nivel de sus pares», agregan.
Finalmente, invitan al gobernador y a la ministra a dialogar e interiorizarse sobre la situación del instituto.
El texto es el que sigue:
«En primer lugar, somos gente sencilla, honesta, dispuesta a luchar por derechos de nuestros niños; así nos presentamos para que no juzguen nuestra situación ni cómo la expresamos.
La escuela de educación especial mencionada es la única escuela en Jujuy que trabaja en el área de hipoacusia y cuenta con una escuela muy espaciosa donada específicamente para las personas sordas.
En su medida se logró levantar esta escuela, con los espacios requeridos para su funcionamiento, teniendo en sus principios muchos beneficios, pero que con el correr del tiempo se nos han ido quitando, pero seguimos insistiendo vuelvan.
Tenemos tantas necesidades, pero no lo ven así, simplemente se ve una escuela de pocos niños sordos y no todo lo que se necesita.
Hemos recurrido a una reunión previa con directivos, supervisores e inclusive con la ministra, siendo no escuchado nuestro pedido.
La señora ministra decretó, hasta el momento es la única de la que tenemos conocimiento, a la que se le atribuye la decisión, de incluir otra escuela de mayor porte dentro del edificio, reduciendo completamente todo nuestro espacio.
Según lo dialogado es inminente su decisión, pero aun queremos rogarle y no sentirnos derrotados y con el dolor que sentimos de que nos roben nuestro lugar, nuestro hogar…
Todo este movimiento de traslado de otra institución quedó misteriosamente pausado y tuvimos un inicio de clases feliz… hasta el día de la fecha (21-03-2018), que se ha presentado personal de un arquitecto diciendo que debían dejar material dentro de la escuela. Han ingresado irrespetuosamente sin siquiera querer presentarse, quiénes eran. Ustedes sabrán que nosostros exigimos por la seguridad de nuestros niños, por lo tanto tratamos de evitar el ingreso de personas no identificadas. Estas personas no quisieron hacerlo e ingresaron forzando y rompiendo la puerta, de la cual imagino que el señor arquitecto se hará cargo…
La cuestion es también que a nadie se notifica, es decir, ¿van a ingresar cien desconocidos porque sí? ¿A una escuela especial, en medio de clases, con todo ese material peligroso? ¿Con todo lo que sucede hoy en día?
¿Estamos notros equivcocados? ¡No, señores! Estamos viendo por la integridad física de nuestros niños.
¿Les parece a ustedes mandar a sus hijos a la escuela en medio de trabajadores, en medio de ruidos y materiales peligrosos, en medio de personas que no se quieren identificar?
Son muchas las cuestiones a presentar y no nos escuchan… Pero vamos a gritar, vamos a ser voz de los que no la tienen. Les rogamos encarecidamente nos escuchen, piensen nuevamente lo que están haciendo…
Y piensen que hubo una persona de gran corazón que vio esta necesidad y nos dio este lugar, esta escuela. No nos la quiten ustedes.
¿Nuestros niños van a someterse a tener solo un aula? ¿Es posible este tipo de atropello? ¿Piensan uds que por ser sordos merecen tener menos? ¿Qué, no creen en la igualdad e inclusión de la que tanto alardean?
Mediten, por favor. Esta escuela se ve grande pero tiene pocas aulas donde se arman los pequeños grupos para trabajar como es debido, porque queremos que se preparen bien. No queremos un niño incluido solo para que vaya a socializar, queremos niños que tengan una buena base académica para que el día que tengan que incluirlo esté al nivel de sus pares.
Ahora, tristemente, estamos a la deriva de una decisión de ‘los de arriba’.
Nos preguntamos… ¿alguien nos puede leer? ¿Alguien nos puede ayudar o asesorar? Nos dicen que si la orden es de arriba, nada podemos hacer.
Somos nosotros la voz de nuestros hijos. ¿Van a callarnos también?
Estamos tristes, realmente. No queremos perder el espacio de nuestra escuela, nuestras aulas, nuestro laboratorio, nuestra área de fonoaudilogia, nuestros salones, nuestro comdedor, nuestro patio, nuestros pasillos…
Dirán ustedes que somos iguales, pero todas las personas que nacimos diferentes debemos trabajar un poquito más. Deberían nalizar eso. Y pónganse en nuestro lugar (quizás pedimos demasiado pero nada es imposible y creemos en Dios).
Queremos diálogo, queremos trabajar con nuestros niños, por ellos y para ellos, en conjunto, no enfrentados. Ustedes (organismos políticos, educativos) ¿están dispuestos?
Convocamos al señor Morales y a la señora ministra a la institución. Convocamos también a todas aquellas personas que deseen aportar o asesorarnos y ver nuestra situación. Cada granito suma y mucho.
Ayúdennos a cambiar este mundo y ayúdennos a realizar una educación diferente. Solo pedimos lo que cualquier niño necesita, nada más.
Gracias por su atención.»