Luego de un fin de semana teñido de tragedias –con un asesinato tras una pelea violenta y un suicidio que no pudo ser evitado–, la cuestión de la salud mental se ubicó en el centro de muchas conversaciones. Estos dramáticos eventos disparan preguntas sobre las condiciones que propician este tipo de situaciones y sobre las maneras de abordar, sobre todo, acciones preventivas.
Agustín Yécora, responsable de Salud Mental, detalló en diálogo con El Submarino Radio (FM Conectar 91.5) el costo psicológico de la falta de estrategias comunitarias y reveló que, por factores biológicos y sociales, la demanda se triplica a partir de agosto hasta fin de año.
La crisis de fin de año y el contexto social
Para el funcionario, las situaciones ocurridas el último fin de semana están en parte relacionadas con el almanaque. «En salud mental sabemos que en esta época del año aumentan estas cuestiones. No hay un hecho puntual que explique el porqué, porque son fenómenos multicausales, pero en las personas aumenta la impulsividad y disminuyen las medidas de cuidado», indicó. «Si a eso se suman otros factores, todo esto podría favorecer situaciones como las que se vieron», agregó.
La condición mental y emocional de las personas, comentó, también se ve afectada por elementos como el consumo. «Por ejemplo, que no estamos bien y nos medicamos con sustancias, sea con prescripción médica o no, legales o ilegales, y tomamos alcohol», describió.
Por otro lado, explicó, hay un contexto social que influye de manera negativa: «Lamentablemente, en estos últimos años la violencia se ha ido incorporando como otra forma de comunicación, donde la palabra no está. Entonces resolvemos todo con violencia, tanto física como verbal, cuando en realidad podemos hacer un intercambio de perspectivas.»
La ausencia del Estado y las políticas de crueldad
Consultado sobre la influencia de un gobierno con un discurso violento y políticas de crueldad, Yécora fue contundente. «Sí, obviamente. Es cuando se exacerban las políticas que excluyen y mucha gente la pasa mal. El que no tiene está peor que nunca y el que tenía, ahora tiene menos.»
En este sentido, el responsable del área remarcó el rol del Estado: «Todas las estrategias de ausencia del Estado hacen que esos espacios no los llene nadie. Las crisis económicas muchas veces derivan en la exacerbación de este tipo de situaciones en salud mental.»
Y amplió su postura: «Por más teorías que quieran imponernos, sin intervención del Estado, sin estrategias comunitarias, sin redes asistenciales e integrales, es muy difícil. Esto es clave el rol de todos los estados, en todos sus niveles».
Escuchar y abrazar
Frente a este panorama, Yécora remarcó la importancia de tomar recaudos para prevenir situaciones graves. «Siempre decimos que en salud mental tenemos dos herramientas preventivas clave para las que no necesariamente necesitamos a un especialista, que son escuchar y dar un abrazo», señaló, y agregó: «Porque tampoco estamos escuchando, como comunidad. Vamos a una vorágine, una velocidad, y no nos estamos deteniendo a escuchar y ver qué dicen los otros.»
El estigma es una barrera crucial. «Hay un montón de gente que está atravesando situaciones, y justamente por el estigma, por prejuicios que andan dando vuelta, no se animan a hablar. Tienen vergüenza, miedo, y terminan explotando. O cuando se animan a pedir ayuda, es tarde», describió.
Según el funcionario, la desatención puede ocurrir en todos los ámbitos: «Esto puede pasar en cualquier ambiente donde nos desarrollamos. En la familia, en la escuela, en el club, con los amigos, en el trabajo. Espacios donde estamos mucho tiempo y aunque parece que nos comunicamos, en realidad no nos escuchamos».
El factor biológico y la crisis vital
Al ser preguntado sobre el aumento de casos a fin de año, Yécora explicó que es un fenómeno que excede a Jujuy y que tiene un componente estacional: «Estacionariamente, biológicamente y epidemiológicamente, a partir de agosto o septiembre y hasta fin de año se triplica la demanda en salud mental. Esto pasa hace muchos años. En algunos países, documentos científicos dan alguna explicación por la exposición a la luz solar, que aumenta la impulsividad y disminuye la percepción de riesgo.»
A esto se suma la presión del calendario: «Se acerca fin de año. Es cíclico. Sabemos que termina el año y al otro día la vida continúa, pero sin embargo, esto genera una sensación de querer resolver todo de inmediato, y lo que no se resuelve ya no se va a poder resolver. Se genera en muchas personas una crisis vital.»
El rol de la comunidad y los medios
Finalmente, Yécora hizo hincapié en la prevención y en la necesidad de romper mitos, como el del suicidio: «La OMS dice que cada 40 segundos muere una persona por este motivo, y nuestra provincia no está exenta de esto. Todos los días tenemos intervenciones y son muchas más las vidas que se salvan que las que no.»
«Hoy en Jujuy hay un hecho consumado por cada 22 personas que lo intentan o tienen pensamientos en ese sentido. O sea que no estamos tan mal», reveló el funcionario, remarcando la importancia de la difusión responsable.
«Es importante instar a la comunidad a que ayude y a que las personas que están en una crisis se animen a pedir ayuda. Generalmente las personas que atraviesan estas situaciones no le están encontrando solución al problema y se sienten solas. Y se creen todas esas cuestiones de que esto les pasa porque están locos, porque son débiles», explicó.
Yécora instó a la ciudadanía a involucrarse: «Necesitamos decir que todos necesitamos ayuda en algún momento y que hay distintos canales para pedir ayuda. Uno de esos canales es la comunidad. Escuchar, tomarnos 40 segundos, hacerle entender a esa persona que a nosotros nos importa que esté bien y que ellos a nosotros nos hacen bien.»
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