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La única guarida interdisciplinaria de salud mental de la provincia funciona sin interdisciplina. Así describen la situación profesionales y trabajadores del Hospital Wenceslao Gallardo de Palpalá, donde el Ministerio de Salud anunció el aumento de las camas para internación mientras aumenta la preocupación por la falta de médicos psiquiatras para atender la demanda.
El mes pasado, el director del Gallardo, Raúl Román, anunció que se incrementaba la cantidad de camas en un 20% para la internación en salud mental. La novedad despertó las alarmas porque en ese mismo servicio es ostensible la falta de profesionales.
En los últimos meses, médicos psiquiatras han renunciado a sus cargos y otros se han jubilado, quedando la guardia de salud mental con apenas tres profesionales para los siete días de la semana.
Para compensar esa carencia, el Ministerio implementó la figura de médico psiquiatra con modalidad “pasiva”; es decir, sin que esté presente en el hospital. Así, los pacientes que llegan a la guardia son atendidos por un licenciado en Psicología y asistidos por profesionales en enfermería.
«Esto implica la ausencia del médico en el hospital para evaluar al paciente, que no es atendido por ningún profesional con matrícula que lo habilite a medicar, por ejemplo», describen profesionales del Gallardo, que pidieron reserva de su identidad para evitar represalias.
El dispositivo de “guardia” implica la atención en urgencia y emergencia. Las internaciones se disponen por un máximo de 48 horas, ya que no hay tratamiento de larga duración, y durante ese tiempo los pacientes permanecen en una habitación pequeña con dos camas, no hay lugar de dispersión.
En teoría, las personas deben ser evaluadas en la guardia diariamente para ver su evolución y determinar su están en condiciones de recibir el alta médica o ser derivadas a otra institución. Una tarea de debería ser realizada por médicos psiquiatras de manera presencial, lo que no se cumple. En cambio, los pacientes que allí ingresan y permanecen internados son medicados de manera telefónica.
«Es preocupante que la única guardia de salud mental interdisciplinaria, con camas de internación destinadas a las patologías por salud mental, no cuenten con la interdisciplina que promulgan», señalan los profesionales consultados.
Advierten además que por la ausencia de médicos psiquiatras en el establecimiento, no hay nadie que solicite una valoración del estado de salud general, teniendo en cuenta que la mayoría de estos pacientes no cuentan con herramientas para el cuidado de su salud integral. Esto se agrava cuando se trata de personas con problemáticas de consumo, que a menudo carecen además de una red familiar que los contenga.
Por otro lado, los médicos de clínica médica que sí están presentes tienen cierta resistencia a atender a pacientes con patologías en salud mental o consumo, por lo que tampoco los evalúan en su integralidad.
