Comenzó el inicio del juicio contra José Dávalos por la violación de la nena de 12 años que quedó embarazada producto de ese abuso. La única expectativa respecto de este proceso judicial está en cuál será la pena que se le aplicará al acusado, puesto que la violación ya fue comprobada por análisis de ADN. Sin embargo, este juicio oral permite recuperar la historia que conmovió a Jujuy a principios de este año, cuando a esa niña el Estado le negó la interrupción legal de su embarazo mediante maniobras dilatorias que culminaron en una cesárea, una vida que resultó inviable y varios funcionarios del área de Salud denunciados penalmente.
Mariana Vargas, la abogada que representa a la familia de la niña, explicó que “para el movimiento de mujeres, este no es un caso más”, y lo inscribió en el marco de la lucha bajo el lema Niñas No Madres.
A pesar de que el proceso contra Dávalos se restringe al abuso sexual que cometió, resulta una ocasión clave para reconstruir la situación que debió atravesar la niña ante la falta de cumplimiento por parte del Estado de su derecho a interrumpir el embarazo producto de la violación.
A partir de los testimonios que se escucharon en esta primera audiencia, la abogada remarcó: “Se develó cómo fueron los hechos. Estuvo la neonatóloga que atendió a la bebé con un nacimiento con mucho sufrimiento, con sus pulmones que no funcionaban”.
También declaró Marcelo Villa, director del hospital Paterson de San Pedro. “Es absurdo todo lo que pasó, porque la nena llega un viernes, la internan por su embarazo y no se le hace una ecografía, algo que es necesario para cumplir su deseo, que era interrumpir ese embarazo”, manifestó Vargas.
“Desidia y crueldad estatal”, sintetizó, y recordó que el fallo FAL de la Corte Suprema de Justicia de la Nación establece para la realización de la ILE un plazo mayor de gestación del que tenía esta niña.
“Aquí es importante tener en cuenta el sufrimiento que causó la violación y el sufrimiento cuando la niña se enteró del embarazo. Eso quedó planteado en la audiencia, lo terrible que fue”, relató Vargas, y continuó: “Después el hecho de extender esa tortura y no resolver con rapidez la interrupción”.
La abogada señaló que “el que metió la cola fue el Estado, que lejos de realizar el aborto que correspondía, lo demoró sin justificación por cuatro días en el hospital Paterson, donde ya decidieron que no se iba hacer”.
“No se hizo la ILE, hubo un parto por cesárea, y esto deja secuelas”, afirmó.
Sobre el juicio contra Dávalos, indicó: “Acá lo que investigamos es en realidad el monto de pena, que hace a la reparación que puede logar esta pequeña, porque cualquier víctima de violencia necesita justicia y castigo para empezar a reparar”.
Sobre la violación, Vargas afirmó que es necesaria “una condena ejemplar porque estas conductas están naturalizadas y silenciadas”, y recordó que “esta niña tardó casi 5 meses en relatar lo que le habían hecho, y lo hizo en un centro de salud cuando la médica la acuesta y nota que está embarazada”.
El silencio de las víctimas es algo repetido. La abogada subrayó que son producto de las amenazas que siempre hacen los violadores. “Por eso predomina el silencio y no la denuncia”, dijo, y agregó: “Una condena ejemplar ayuda a ir contra esto, que es consecuencia de una sociedad patriarcal”.
En este sentido, comentó que es frecuente que la sociedad intente disminuir la responsabilidad del violador, no importa la edad de la víctima. “Está naturalizada la violación, y eso es consecuencia de esta sociedad”, concluyó.
La próxima audiencia del juicio contra Dávalos será el lunes 4, a las 15 horas. El mínimo previsto por la ley para este delito es de seis años de prisión.
En tanto, desde el movimiento de mujeres emitieron un comunicado reclamando “una condena ejemplar” para Dávalos. “Se trata de reparación y castigo que ejemplifique que violar no es natural. Y que el embarazo producto de esa violación es más daño, que justifica apartarse del mínimo de la pena”, expresaron.