La agrupación H.I.J.O.S. denunció que una militante del espacio fue víctima de «un ataque político» en su domicilio. La mujer fue golpeada, abusada sexualmente y recibió amenazas de muerte. Los autores del ataque dejaron una pintada en la pared del lugar con la sigla «VLLC» (Viva La Libertad Carajo), la cual utiliza usualmente el presidente Javier Milei en sus mensajes públicos y que identifica a los partidarios libertarios.
La mujer fue atacada por dos personas que la esperaban dentro de su domicilio. «Nuestra hermana sufrió amenazas de muerte de parte de sus captores», indicaron en un comunicado difundido este jueves.
Los atacantes la ataron, le colocaron una funda de almohada a modo de capucha, la golpearon y abusaron de ella. «La amenazaron con armas de fuego y le transmitieron con claridad el mensaje: ‘No vinimos a robarte, vinimos a matarte, a nosotros nos pagan para esto'», señaló el organismo de derechos humanos.
En efecto, no se llevaron nada de valor económico, solo carpetas con información de la agrupación H.I.J.O.S. Y pintaron en la pared la sigla «VLLC» (Viva la libertad carajo).
«Este atentado contra su vida es un ataque político, motivado por su militancia en derechos humanos y feminista”, expresaron a través del comunicado, y advirtieron: «Estos hechos tienen un claro correlato con las acciones y discursos de odio que las máximas autoridad del país expresan cotidianamente e incita a la violencia contra quien militamos por los Derechos Humanos».
A días de conmemorarse un nuevo aniversario del golpe de Estado que instauró la dictadura genocida en el país, la Red Nacional de H.I.J.O.S. exigió «el inmediato esclarecimiento del hecho por parte del Poder Judicial» y plantó: «Hacemos responsable al Gobierno Nacional de los hechos ocurridos».
Según informa el diario Página/12, la denuncia fue presentada ante la Policía y la Justicia, y el expediente está desde hace días peloteando entre la Justicia nacional y la federal.
Los hechos sucedieron durante el anochecer del 5 de marzo pasado cuando la militante de H.I.J.O.S. entró a su departamento al regreso de su jornada laboral y se encontró con que dos hombres armados estaban adentro. Luego confirmaría que la cerradura había sido forzada. Sus vecinos le contaron que, días antes y con diferentes excusas, hombres habían estado preguntando por ella, la habían descripto y les consultaron por el lugar en dónde vivía.
No bien entró la “tomaron por el cuello y brazos impidiendo que pudiese moverse y hablar”, registró la denuncia policial que realizó la joven en la mañana siguiente al ataque sufrido.
Los atacantes eran dos hombres munidos de armas de fuego. Mientras uno la inmovilizó, el otro la amenazó: “No hables nunca más, mirá lo que te pasa por hablar, sabemos que trabajás en los derechos humanos, no te vinimos a robar nada. No vinimos a robarte nada, a mí me pagan para esto”, denunció que le dijeron. Además, la amenazaron: “Nosotros te vinimos a matar”.
Le ataron los pies y las manos con alambre. Le introdujeron un trozo de tela en la boca. Le ordenaron que se pusiera de espaldas y al negarse, la golpearon. La llevaron a su habitación, la arrojaron en la cama boca abajo y la abusaron. “Ahora nos vamos a ir, si vos gritás vamos a volver y te vamos a meter un tiro”, le advirtieron antes de dejar el departamento.
Cuando la joven pudo liberarse, vio que en la pared de su cuarto habían dejado escrito “VLLC ñoqui”.
Denunció los hechos ante la Policía federal y la Justicia la mañana siguiente. Efectivamente, advirtió en su denuncia que de su casa no le robaron más que documentos –carpetas– vinculadas a su militancia en H.I.J.O.S.
“Este es un mensaje a la agrupación y a todo el movimiento de derechos humanos”, interpretó Agustín Cetrángolo, referente de la regional Ciudad de Buenos Aires de H.I.J.O.S. En diálogo con Página|12, advirtió que el ataque “es una intimidación para todos, los atacantes no tuvieron ni mencionaron ninguna situación personal como motivo del ataque. Es de extrema gravedad pues corroboramos que estas personas además de atacarla y amenazarla, hicieron inteligencia previa sobre la compañera. Quieren infundir el miedo y se lo dijeron”.