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(Audio) Milagro Sala: «Quiero recordarles tanto a Morales como a Macri que estamos en democracia»

Milagro Sala llama «cárcel casa» a la vivienda del Dique La Ciénaga adonde fue trasladada este jueves desde el penal de Alto Comedero. En diálogo con El Submarino Radio (91.5), advirtió que no se está cumpliendo con la resolución de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) «porque ahí en ningún momento dicen que tengo que tener seguridad, que tengo que tener lo que me han puesto».

Además de describir el operativo de seguridad que rodea a la vivienda y cómo fue el reencuentro con su familia, Sala se sumó al reclamo por la aparición con vida de Santiago Maldonado. Pidió por la libertad de los militantes de la Tupac Amaru que permanecen en la cárcel y se solidarizó con las organizaciones de Córdoba que ayer padecieron una serie de allanamientos. «Pido que respeten la palabra democracia, porque a los argentinos nos ha costado mucho recuperar la democracia», reclamó.

La conversación se inició con Raúl Noro, el marido de Milagro Sala, quien comenzó aclarando: «Esto no es prisión domiciliaria, es cambio de prisión. Tiene más restricciones, tiene cerco perimetral, tiene cámaras, tiene policías de la provincia, Gendarmería. Parece Guantánamo. Pero bueno, estoy con mi señora, estoy feliz de estar con ella, no por la situación. Lo importante es que estoy con ella, la puedo tocar, sentir, hemos podido pasar una noche juntos, la primera después de casi 600 días, así que en ese sentido estoy feliz, la puedo acariciar, conversar, acariciar y esa cuestión íntima con la pareja».

Ya en el teléfono, Milagro Sala describió sus primeras sensaciones fuera del penal de Alto Comedero.

-¿Cómo estás?

-Y, un poco medio molesta, porque no se ha cumplido con la resolución de la CIDH. La CIDH decía que se cumpla con la resolución que habían enviado ellos en diciembre, de libertad inmediata, y en caso contrario, lo último de lo último, era la prisión domiciliaria. Nunca se habló del cambio de una cárcel hacia otra cárcel, porque la casa de El Carmen se ha convertido en una cárcel. Porque por cada esquina de mi casa hay tres gendarmes; se ha rodeado de cámaras, de un cerco perimetral de alambrado; hay un camión grandísimo que es de Gendarmería, y también hay dos puestos de la Policía de la Provincia.

Sala relató que a las nueve de la mañana tiene que salir, «como en un penal», para estar presente en el cambio de relevo de los gendarmes. «Tengo que salir a decir que estoy», explicó.

«Es una grosería lo que están haciendo. ¿Para qué me ponen la pulsera si están ellos controlando si estoy o no acá en la casa?», comentó, y agregó: «Para ellos, para (el juez) Pullen Llermanos y otros más, tengo que salir al balcón a hacerle una seña. Por supuesto que le hice la señal de la V de la victoria. Viva Perón le dije, como para decirle que estoy acá…»

-¿El viva perón fue con o sin «carajo»?

-No, por ahora sin carajo. Viva Perón, nomás. Hay algunos peronistas que están escondidos bajo la cama, que le dicen sí a todo a Gerardo Morales.

-¿Instalaron cámaras en el interior de la casa?

-Dentro de mi casa no, pero es lo mismo porque tienen audio y todo. Anoche eran las nueve y media de la noche y seguían instalando cámaras.

La dirigente social mencionó otras restricciones que impuso el juez Pullen Llermanos, como los días de visita, que son los martes, jueves y sábados, fuera de los cuales solo puede entrar la familia. «No cumplen con la resolución, porque ahí en ningún momento dicen que tengo que tener seguridad, que tengo que tener lo que me han puesto».

«Ni a los genocidas le pusieron los gendarmes, ni le han puesto tremendo operativo», comparó Sala, e interpretó: «Esta es una revancha muy grande que tiene Gerardo Morales hacia mi persona».

«La verdad que de esta manera no se puede competir políticamente -continuó-. Si él cree que haciendo lo que hace está compitiendo políticamente conmigo, se equivoca. Si él quiere competir políticamente conmigo, que me dé la libertad y compitamos mano a mano».

Milagro Sala dijo luego que descree de algunas encuestas que circulan en distintos medios: «Yo no creo esa encuesta que dice que el 88,8% dice que a Sala la tienen que tener presa por delincuente, por amenazadora, y un montón de historia más. Esa encuesta es inventada por ellos».

«¿Por qué no hablamos sobre la corrupción que está hoy pasando en Jujuy, la gran corrupción? Hablemos del litio, de dónde está la plata de la ganancia del litio. ¿Quiénes son los dueños de las 30 empresas que han armado para manejar el litio?», preguntó, y agregó: «Un montón de veces me han acusado que yo era socia de Eduardo Fellner, pero vos fijate que en el litio ellos son socios.

-¿Cómo será tu vida de ahora en más?

-Yo voy a seguir militando, a seguir haciendo lo que toda una vida hice. No me voy a meter bajo de la cama como el Perro Santillán, que cuando en la década de los 90 lo han apretado se fue diez años a refugiarse en su casa y no salió, y le dieron un puesto de director de Derechos Humanos de la municipalidad radical de Jujuy. Ahora él es el que maneja Argentina Trabaja, es funcionario de Gerardo Morales.

-Hoy en Jujuy y en todo el país se realizarán marchas para exigir la aparición con vida de Santiago Maldonado…

-Pienso lo mismo, tiene que aparecer con vida Santiago Maldonado. No puede ser que en democracia haya compañeros que desaparecidos por Gendarmería, no puede ser que haya presos políticos en Mendoza, que haya presos políticos en Jujuy. Pido la libertad para mis compañeros de la Tupac, pido la aparición con vida de Santiago Maldonado, pido que haya más democracia, que respeten la palabra democracia. Porque a los argentinos nos ha costado muchos recuperar la democracia, y creen que poniendo a Gendarmería al frente van a hacer que muchos militantes de los distintos partidos políticos agachemos la cabeza. También me solidarizo con los compañeros de Córdoba que han sufrido ayer allanamiento tras allanamiento, varios partidos de izquierda. No puede ser que si no pensás como ellos, o no aceptás la política nefasta que están llevando, tengas que agachar la cabeza o caso contrario te inventan causas, te persiguen, te pegan una paliza y te dejan tirado por ahí. Quiero recordarles tanto a Morales como a Macri que estamos en democracia, que la democracia nos costó muchísimo recuperarla a los argentinos.

-¿Cómo fue el reencuentro con tu familia?

-Fue una emoción muy grande. A la primera que he visto ha sido a la Claudia, mi hija, que a los gritos me recibió llorando. Fue emocionante. Mi hijo lo mismo. No paraban de llorar. Mi marido lo mismo. Me trajeron de rompe y raja. Se presentó el juez Llermanos en el penal diciendo que el secretario me va a trasladar a la casa de El Carmen, y no me dieron oportunidad para que pueda avisar a mi familia. Acá estaban mi hija y un grupo de compañeros terminando de acondicionar la casa, y al rato llegó mi marido y mi hijo, mis hermanos también. Fue emocionante.

-¿El traslado fue como un operativo comando?

-Sí, me sacaron de la cárcel de Alto Comedero y me trajeron a la «cárcel casa» de El Carmen.

-¿Tuviste miedo de que pasara algo con tu vida?

-Muchas veces, muchas veces.

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