Por Jeremías Batagelj, en Página/12. No sabemos si la senadora Vilma Facunda Bedia era fanática de Los Benvenuto, pero sí hay una certeza: para ella, también, lo primero es la familia. Sólo así se explica como la legisladora de La Libertad Avanza decidió ubicar a casi toda su familia para que cobren un salario mensual del Estado nacional. Solo en la planta del Senado ubicó a sus tres hijos, al menos un hermano, una sobrina y hasta una cuñada. Eso sí, para que no salte la ficha contó con el apoyo de otros senadores del bloque, que contrataron como asesores suyos a parte del clan Bedia, a cambio, claro está, de que se devuelva el favor.
El escándalo escaló hasta la Casa de Gobierno y el vocero presidencial hizo lo que suele hacer: patear la pelota para afuera, al decir que no puede hablar de ese caso concreto pero «si esto tuvo algún interés personal, lo rechazamos absolutamente».
El arribo del clan Bedia lo difundió el martes el portal La Política Online. Allí da cuenta que en la planilla de asesores de la senadora -pastora evangélica que fue reclutada por los libertarios cuando detectaron la gran interacción que tenían en Facebook sus publicaciones anti cuarentena- figuraban como integrantes dos de sus hijos, Joel Benjamín Mamani y José Abner Jair Mamani. El primero con un sueldo de alrededor de un millón de pesos y el segundo, más afortunado, de 1,4 millones de pesos.
Otro de los hijos de Bedia, Pablo Mamani, también trabaja en la cámara alta, pero no figura en el despacho de la pastora evangélica, sino que fue contratado por senadora Ivana Marcela Arrascaeta, también de La Libertad Avanza. Así figura en la resolución 170/24 de la propia Cámara. Mamani aconsejará a la legisladora de San Luis por una remuneración de más mil dólares por mes, según el tipo de cambio al cierre de esta nota.
Los hermanos también sean unidos
Pero Vilma Bedia -la misma que promociona que se «hagarre la pala» (sic) en sus redes- no solo quiso ser generosa con sus hijos. Porque también extendió sillas de su despacho para que sean ocupadas por algunos de sus hermanos.
Es que mientras algunas versiones periodísticas dan por cierto que, desde Jujuy, la senadora trajo a trabajar a sus hermanos Alberto y Juan Carlos (este último a cargo de la Fundación Emanuel, aquella que ofrece «seminarios de higiene mental»), en los papeles del Senado no figura las contrataciones de esos Bedia. Eso sí, las versiones eran tan verosímiles que hasta adelantaron qué tipo de contratos cuenta cada uno.
Lo que sí se puede comprobar es que otro hermano de Vilma, en este caso Daniel Ricardo Bedia, sí está designado como trabajador del Parlamento. Pero la contratación no corrió por cuenta de la senadora, sino que la ayuda vino de Juan Carlos Pagotto. El senador libertario lo ubicó en la planta temporaria, a cargo del área administrativa y técnica.
Y como favor con favor se paga, la senadora jujeña respondió con una contratación a un homónimo de Pagotto como asesor suyo en la categoría A-6. Desde el despacho del senador libertario, presidente de la bicameral que debe tratar el DNU, dejaron sonar varias veces el llamado de Página/12 que buscó su versión de los hechos, pero nunca atendieron.
De sobrinas a nueras
El clan Bedia completa su participación con la contratación de Daiana Ester Llanes, sobrina de la senadora, y de Mirta Araceli Silsque, pareja de uno de sus hijos.
La primera fue seleccionada para Planta Temporaria, con un sueldo que supera el millón de pesos. Su nuera, en cambio, quedó en la ctegoría A-8, que implica una remuneración menor a la de otros integrantes del clan, pero aún así beneficiosa: la joven, que no llega a los 27 años de edad, cobrará 510 mil pesos.
El gran despegue
Una vez que se conoció parte del escándalo, el vocero presidencial Manuel Adorni quiso despegar al Gobierno nacional del festival de contrataciones de Bedia. «Estamos absolutamente en contra de cualquier contratación o utilización del Estado para intereses personales, ya sean familiares o de toda índole. No sé cuáles son las explicaciones de este caso puntual. No puedo hablar de la senadora, respondo en general. Ella podrá dar explicaciones mucho mejores», dijo en conferencia de prensa.
No hubo posibilidad a repregunta, pero lo que es seguro -tal como reveló Página/12- es que el nepotismo no se circunscribe únicamente a la senadora jujeña. Adorni puede dar fe: días después de ser designado como el portavoz de Milei, su hermano fue contratado como asesor en el Ministerio de Defensa. Martín Menem y su jovencísimo sobrino segundo -Federico Sharif, actual director de la Secretaría Privada de Diputados- también podrían dar testimonio.