Ejemplares del diario Brasil de Fato fueron confiscados en Río de Janeiro por contener artículos críticos hacia el candidato presidencial ultraderechista, Jair Bolsonaro. El ataque a la libertad de prensa fue cometido por orden de un Tribunal Electoral, lo que confirma la acción antidemocrática del aparato judicial del país.
Fiscales del Tribunal Regional Electoral de Río de Janeiro, acompañados por policías, invadieron el sábado 20 la sede del Sindicato de Petroleros del Norte Fluminense en Macaé, Río de Janeiro, para secuestrar ejemplares de la edición especial de Brasil de Fato sobre las elecciones. También se apropiaron de ejemplares del Boletín Nascente, periódico semanal del sindicato.
La agresión fue ordenada por el juez electoral Sandro de Araújo Lontra, de Macaé, quien basó su decisión en que la edición de Brasil de Fato contiene “notas peyorativas” sobre Bolsonaro, el diputado ultraderechista, machista, racista y xenófobo considerado favorito para ganar la presidencia de Brasil.
Lo que la edición atacada contiene es una comparación de los programas de gobierno entre Bolsonaro y el candidato del Partido de los Trabajadores (PT), Fernando Haddad.
Patrick Mariano, abogado de Brasil de Fato, explicó que la edición contiene material de “profundo interés público” y agregó que el único criterio posible para esta orden es la selectividad política. “Es una ofensa y una agresión a la libertad de prensa, de expresión y de opinión”.
Así se da la paradoja de que el sistema judicial de Brasil permite a Bolsonaro hacer apología de la violencia, amenazar a los adversarios y descalificar a las mujeres y a las minorías, en evidentes actos de discriminación que ninguna democracia real permitiría, pero persigue a quienes lo critican, vulnerando de paso la libertad de prensa.
Brasil de Fato, que tiene quince años en actividad, es una publicación de orientación popular y de izquierdas, lo cual no es de incumbencia de ningún juez, aunque explica al fin la acción de Araújo Lontra.
Los representantes de la publicación intentaron tomar contacto con el tribunal, pero no obtuvieron ninguna respuesta.
Tampoco se explicó por qué la ejecución de la orden ilegal del juez arrastró al periódico del sindicato, que en un comunicado expresó que “la clase petrolera siempre fue favorable a los medios independientes y alternativos, no en vano es asunto recurrente de debates sobre cómo deberíamos contraponernos a los medios tradicionales que golpearon a Petrobrás por años sin preocuparse por la imagen de la empresa”.
Brasil de Fato, en otro pronunciamiento, “repudia públicamente y con vehemencia la orden de secuestro de miles de periódicos tabloides, del Especial Elecciones 2018”.
Todo el contenido presente en el periódico es estrictamente periodístico, y todas las informaciones contenidas en el tabloide fueron debidamente corroboradas y confrontadas, inclusive en fuentes de los grandes medios.
Esta actitud raya el absurdo y fortalece la campaña de Jair Bolsonaro (PSL), basada en noticias falsas y en el incentivo a la violencia. Parte de los grandes medios lo apoya todos los días sin ningún problema”, agrega.
El periódico advierte que la medida del juez “es una prueba más de la partidización de sectores del Poder Judicial, que quieren asegurar un resultado electoral de acuerdo con los intereses de la elite y del capital internacional”.
Campaña sucia financiada por empresarios
The New York Times, de Estados Unidos, y The Guardian, del Reino Unido, reflejaron las denuncias hechas en Brasil sobre los aportes ilegales de decenas de empresarios al equipo de campaña del ultraderechista Bolsonaro para la difusión de noticias falsas (“fake news”) contra Haddad.
La difusión de infinidad de noticias falsas por diversos medios, entre ellos WhatsApp, viene siendo denunciada desde hace varias semanas. Luego de la primera vuelta, Haddad se declaró indignado porque los grupos de Bolsonaro lanzaron versiones sobre que el candidato del PT es “favorable al incesto”. Esta acusación denigrante fue reproducida por medios convencionales, de los llamados comúnmente “serios” y “prestigiosos”.
La denuncia de financiamiento ilegal de los empresarios que sostienen a Haddad fue publicada por Folha de Sao Paulo. Al dar cuenta del hecho, The Guardian definió a Bolsonaro como “representante de la extrema derecha” y favorable a la tortura, que elogia a la dictadura.
The New York Times expresa que Bolsonaro está violando las leyes brasileñas. “La divulgación de informaciones falsas en las redes sociales se generalizó en los preparativos para el segundo turno presidencial del 28 de octubre”, agrega.