La cifra de muertos por los deslaves e inundaciones del martes pasado en la ciudad brasileña de Petrópolis aumentó a 176, mientras que por lo menos 117 personas se encuentran desaparecidas, informó este lunes el Cuerpo de Bomberos del estado de Río de Janeiro.
En el séptimo día de las búsquedas, la desesperación marca la vida de esta comarca andina, con filas en la morgue para reconocer cuerpos, denuncias por falta de equipamientos de los socorristas e historias de familias que aún intentan encontrar a sus seres queridos debajo de las montañas de lodo tras los aludes causados por las lluvias del martes, las más importantes desde que se inició el registro en 1932.
Según la Policía Civil (investigaciones), aún existen 117 desaparecidos.
El trabajo de los socorristas, con más de 40 perros rastreadores, no pudo ser constante desde el viernes a raíz de las tempestades de viento y lluvia en la región serrana ubicada a 68 kilómetros de Río de Janeiro.
Esta es la peor catástrofe de la historia de Petrópolis, tras el desastre climático de 1988, cuando murieron 171 personas.
En cuatro horas, el martes pasado llovió todo lo esperado para febrero, lo cual causó deslaves, aludes e inundaciones en las principales calles y avenidas de esta ciudad conocida por el turismo histórico debido a que allí funciona el museo de la familia imperial que gobernó Brasil hasta 1889.
La Marina de Brasil instaló en el centro de la ciudad un hospital de campaña para dar apoyo a los centros médicos de la ciudad.
Al menos 24 personas fueron rescatadas con vida hasta el jueves pasado, 48 horas después de la tragedia.
El presidente Jair Bolsonaro sobrevoló la zona el viernes pasado y definió a la tragedia como un «escenario de guerra» y anunció ayuda financiera.
El fin de semana estuvo marcado por la polémica de la familia de los herederos del emperador Dom Pedro II, reconocidos como propietarios de las tierras originales de Petrópolis, comarca de vacaciones de la familia imperial.
Bolsonaristas, la familia de descendientes del emperador reivindica la restauración de la monarquía -algo repudiado en un referéndum nacional en 1993- pero también cobra 2,5% de cada transacción de compraventa de inmuebles y terrenos de Petrópolis a raíz de un instrumento del siglo XIX llamado laudemio.
Télam