Por Iñaki Aldasoro
A raíz del lamentable cobro de su atención sanitaria a un jujeño accidentado y atendido en Bolivia, el gobernador Gerardo Morales (UCR-Cambiemos) intenta insistir en su reaccionario proyecto de ley de cobro del acceso a la salud a extranjeros. Éste, a pesar de haber sido modificado tres veces, se encuentra paralizado en la legislatura, entre otras observaciones, por su inconstitucionalidad. En vez de rechazar enfáticamente los criterios privatistas de la atención sanitaria en Bolivia, el Morales argentino los utiliza para justificar su nueva intentona privatista del sistema de salud jujeño. Como en la antiquísima “ley del talión”, el gobernador parece decir “ojo por ojo, diente por diente”.
Pero no solo desperdició la oportunidad para correr por izquierda a un autoproclamado “nacional y popular». A través de su “carta abierta”, Morales acusó a Evo de transgredir y vulnerar su propia Constitución Nacional para buscar la re reelección. A la luz de esto es claro que al gobernador jujeño nada le importa la situación sufrida por su coprovinciano accidentado, solo explota el hecho en función de cálculos políticos y para demostrar su adhesión desembozada a las políticas derechistas, privatistas y entreguistas, de tipo macristas y bolsonaristas e impulsadas por el FMI y el imperialismo yanqui.
En la legislatura de Jujuy, el cuestionado ministro de Salud, Gustavo Bouhid no pudo llevar un solo indicador que demuestre el costo que representaba al presupuesto provincial la atención de extranjeros no residentes en la provincia. El último indicador fue elaborado bajo el mandato del anterior ministro de Salud, ahora Senador nacional, Mario Fiad, donde indicaba que menos del 1% de las atenciones correspondieron a extranjeros no residentes en la provincia. Queda claro que dicha incidencia no altera para nada los recursos y presupuesto provincial en salud.
El gobierno de Jujuy ha sostenido este proyecto de ley como una estrategia extorsiva para obligar al Estado Boliviano a llegar a un acuerdo de reciprocidad en los términos que quiere Gerardo Morales. Este proyecto fue, además, la punta de lanza de toda una serie de iniciativas que apuntan a desfinanciar la salud pública y que apuntan a su privatización, como lo fue la ley de recupero de prestaciones y la aplicación de la CUS (Cobertura Universal de Salud), sumado al planteo del actual ministro Gustavo Bouhid de ir hacia el cobro de un coseguro a todos los ciudadanos de la provincia.
Defendamos la salud de esta avanzada privatista
Esta avanzada reaccionaria tiene que ser rechaza por el conjunto de la población, los referentes políticos, sindicales y sociales. Y contraponer el planteo de la defensa de la atención pública, universal y gratuita, y cruzar la frontera con este mismo reclamo.
Desde el Partido Obrero en el Frente de Izquierda rechazamos esta nueva maniobra del gobierno y defendemos el principio de derecho a una atención pública, gratuita y universal de la salud. Ningún ciudadano, tanto nativo como extranjero tiene que ser compelido a abonar bajo ningún concepto para recibir atención sanitaria. Enfrentaremos esta maniobra con nuestro dictamen en contra, ya elaborado en ocasión del primer y fracasado intento de tratamiento de esta ley reaccionaria.