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El Frente de Gremios Estatales (FGE) dispuso un paro de 72 horas a partir de este miércoles y hasta el viernes “por la falta de voluntad del gobierno a hacer una convocatoria”, según dijo a El Submarino Yolanda Canchi, secretaria general de la Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina (Atsa) y referente de el FGE.
La modalidad adoptada para la medida de fuerza dependerá de cada sindicato. En el caso de Atsa, se cumplirá con asistencia a los lugares de trabajo y retiro a partir de las 8, manteniendo las guardias mínimas. “Si no nos responden, la semana próxima profundizamos con movilización”, aseguró Canchi.
La medida se superpone con el paro de 48 horas que llevará adelante el otro colectivo gremial de la administración pública, la Intersindical de Trabajadores del Estado (ITE), el jueves y viernes.
El FGE está integrado, además de Atsa, por la Unión de Trabajadores Estatales Argentinos (Utea), la Unión de trabajadores de Educación No Formal (Utenof), la Unión de Docentes Argentinos (UDA), la Asociación del Magisterio de Enseñanza Técnica (Amet), los municipales del Seom Palpalá, e Sindicato de Obreros y Empleados de Minoridad y Familia (Soenfa) y el Centro de Docentes de Enseñanza Media y Superior (Cedems), aunque la permanencia de este último en este colectivo gremial está en duda, pues podría decidir su pase a la Intersindical de Trabajadores del Estado (ITE), como ya lo hizo el otro gremio docente, Adep.
Sobre los motivos del paro, la dirigente de la sanidad señaló: “Los reclamos son los que venimos anunciando desde siempre; no puede ser que esperen a que las clases estén por comenzar para intentar arreglar las cosas”.
Canchi agregó: “No podemos permanecer indiferentes, porque eso sería ser cómplices del gobierno. Desde hace tiempo todo está complicado, porque este gobierno no se anima a resolver los problemas que tiene”.
La sindicalista se refirió también al nombramiento de Miguel Morales al frente de la Secretaría de Trabajo: “Lo pusieron para que dé la cara, pero él tiene que estar del lado de los trabajadores y no de los funcionarios”, y agregó que debe ser el gobierno quien convoque a los dirigentes gremiales: “Él no puede ser el interlocutor, porque la Secretaría de trabajo fue creada para estar del lado de los trabajadores”.
