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Colombia pondrá en marcha una nueva política de drogas con un enfoque no punitivista y pensada para 10 años, un plan que presentará formalmente este sábado el presidente Gustavo Petro y que tendrá su prueba piloto en un municipio del departamento del Cauca, donde se buscará una reconversión de cultivos con las Fuerzas Armadas a cargo de garantizar la seguridad.
Los anuncios los hizo el ministro de Justicia, Néstor Osuna, durante la segunda jornada de la Conferencia Latinoamericana y del Caribe sobre Drogas, que se realiza en Cali y que mañana cerrarán justamente Petro junto a su par de México, Andrés López Obrador.
“El prohibicionismo y el enfoque punitivo no dio resultado en la lucha contra las drogas”, remarcó Osuna, quien adelantó el plan piloto que se pondrá en marcha en Cañón de Micay, uno de los 42 municipios del Cauca.
“Nos la estamos jugando en Cañón de Micay, un lugar rodeado de cultivos ilícitos y de grupos ilegales violentos. Y no podemos decirles a sus habitantes que de un momento a otro pasen a sembrar café. Allí, lo primero que se está haciendo es que están haciendo presencia las Fuerzas Armadas para garantizar seguridad y que impere el derecho. Cuando Defensa nos diga que la situación ha mejorado, entrarán los diferentes ministerios a intervenir la zona”, explicó Osuna, según el sitio del diario caleño El País.
Y adelantó que a la zona llegará “todo el Estado, la reforma agraria, carreteras, educación, agua potable” y se les ofrecerá a los habitantes “el tránsito a un mundo de economía legal, que puede ser el uso lícito de la hoja de coca para fertilizantes, alimentos, cosméticos y textiles, pero también pueden ser, si la zona lo permite, otras actividades que sean económica y ambientalmente sostenibles”.
Para el titular de Justicia, “es claro que sin seguridad humana no se puede dar esta política”.
En su intervención, Osuna dijo que la nueva política antidrogas está pensada para ser ejecutada durante los próximos 10 años, pero aclaró que “en cuentas” que hizo su cartera estiman que hasta podrían cambiar las actividades de hasta 50.000 familias.
“En los tres años que quedan de este Gobierno, podremos movilizar de las economías ilegales a las legales a 50.000 familias. Llegarle a 50.000 de las 115.000 familias que se espera impactar es solucionar casi el 40% del problema en tres años”, resaltó.
Detalló Osuna que el nuevo plan no concentrará sus esfuerzos contra la hoja de coca, sino que se enfocarán en el gran negocio de la cocaína y “no contra el campesino pobre que no tuvo alternativa”.
“Está caído el precio de la hoja de coca; unos dicen que hay nuevas rutas y nuevas drogas sintéticas. Incluso, hay expertos que dicen que esto pasará a ser historia de Colombia porque los consumidores ahora se enfocarán en otras sustancias”, comentó el ministro, que destacó que el nuevo programa se hizo con aportes de casi 3.000 personas de todo el país.
Osuna puso las regulaciones del alcohol y el tabaco como buenos ejemplos de posibles caminos a transitar.
Afirmó que “la regulación actualmente existente de alcohol es un buen precedente, y podría señalarnos cómo transitar hacia un mundo de regulación”, y expresó que “el consumo de tabaco se redujo en los años recientes gracias a una regulación que parte de datos de salud pública y campañas de prevención”.
“La política de drogas es para ponerla en ejecución ya y el plan que hemos diseñado se mueve en unas coordenadas políticas que nos obligan a ser tímidos y que caben dentro del Código Penal actual”, manifestó Osuna.
De la conferencia participan funcionarios y especialistas de Argentina, Bolivia, Chile, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela, entre otros.
