La justicia de Tucumán condenó este viernes a prisión perpetua a Facundo Guerrero, por el femicidio de Ana Ríos en 2018. Ambos eran pareja, oriundos de Jujuy.
Durante el proceso oral quedó probado no sólo que Guerrero tiró a Ana del balcón donde vivía en la ciudad de Tucumán, sino también las características violentas del acusado. La defensa intentó desacreditar a la joven de 26 años y planteó que se había tratado de un suicidio.
A Ana Ríos, de 26 años, le faltaban algunas materias para terminar la carrera de Veterinaria. Su plan era volver inmediatamente a Jujuy.
El tribunal encontró a Guerrero autor responsable del delito de homicidio doblemente agravado, cometido contra una mujer por un hombre mediando violencia de género y por la relación de pareja que había entre ellos.
Informes de peritos judiciales dieron cuenta de los rasgos psicopáticos de Guerrero, lo que fue confirmado también por varios testimonios que dieron cuenta de la violencia que ejercía hacia Ana. En el expediente se incorporó además una denuncia formal que hizo la joven en 2016 contra su novio luego de que él le pegara en plena calle y la arrastrara de los pelos, lo que fue corroborado en aquel momento por varios testigos.
La lectura de la sentencia
Femicidio de Ana Ríos: «Se desenmascaró el carácter psicopático de Guerrero»