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El abogado Gregorio Dalbón, quien representa a la familia de Lucas González y a sus tres amigos atacados a tiros por efectivos de la Policía de la Ciudad el 17 de noviembre pasado en el barrio de Barracas, aseguró este miércoles que «existen jueces timoratos» y adelantó que le hará «un juicio político» al magistrado que lleva adelante la causa si no reprograma la reconstrucción del hecho para los primeros días de la semana que viene.
«Hay jueces que tienen las pelotas bien puestas y otros que son timoratos. Si lunes o martes no hace la medida, le haré juicio político al juez (Martín Del Viso)», expresó el letrado a Télam.
Dalbón habló luego de que se suspendiera la diligencia luego de comenzada, por una presentación de la defensa de los tres policías imputados por el homicidio de Lucas González.
«La suspensión se da por un planteo de la defensa de los policías asesinos, que dijeron que querían estar. Podían haber dicho que querían estar hace tres días. Es una chicana que, la verdad, hace revictimizar a los chicos. Me parece que plantearlo este día es una vergüenza», sostuvo Dalbón. Y advirtió: «La que se les va a venir a quienes hicieron esta chicana y a los que no permitieron la jornada hoy para que los chicos terminen y puedan seguir con una vida».
El abogado agregó que «ahora los chicos van a tener que ver a quienes mataron a Lucas», aunque supone que la suspensión de la reconstrucción se efectivizó «de buena fe para evitar futuras nulidades».
Más temprano, antes que comience el procedimiento, Dalbón había calificado la diligencia como una «reconstrucción histórica» que iba a «marcar un antes y un después de la policía que no cumple con sus deberes».
La reconstrucción
La reconstrucción de la persecución y ataque policial del que fueron víctimas los cuatro adolescentes el 17 de noviembre último y que terminó con el crimen de Lucas se inició cerca de las 10 con el primer tramo del recorrido que realzaron los chicos cuando salieron de entrenar del club Barracas Central y comenzaron a ser seguidos por una brigada sin identificar de la Policía de la Ciudad.
Ante la presencia del fiscal, las familias de las víctimas, su abogado y efectivos de distintas dependencias de la Policía Federal asignados a las pericias e investigación de campo, un auto Volkswagen Suran gris -el de las víctimas era azul- partió del cruce de las calles Luna e Iriarte, donde los adolescentes ese día pararon a comprar un jugo.
Luego, el auto avanzó por Iriarte, momento que se sumó a la diligencia un Nissan Tiida igual al empleado por los policías de la Brigada, también sin patente. Desde allí siguieron por Iriarte rumbo a Vélez Sarsfield, donde estaba previsto reconstruir el momento en el que los policías interceptaban el auto de los jóvenes, éstos aceleraban y finalmente eran detenidos, con Lucas ya baleado en el interior del rodado.
No obstante, ese tramo quedó en suspenso por la resolución judicial.
