El Tribunal Oral Federal de la provincia de Corrientes dispuso la detención inmediata y la prisión preventiva de siete exmilitares, imputados por la muerte del soldado cordobés Matías Chirino. El joven soldado de 22 años perdió la vida por broncoaspiración tras recibir maltratos y ser obligado a comer y beber en exceso, en la Guarnición militar del Grupo de Artillería 3 de la localidad de Paso de los Libres, durante un ritual de iniciación ocurrido hace dos años.
Según informó el medio El Doce, se trata de los exoficiales: Claudio Andrés Luna, Rubén Darío Ruiz, Hugo Reclus Martínez Tarraga, Darío Emmanuel Martínez, Exequiel Emmanuel Aguilar, Gerardo Sebastián Bautista y el subteniente Facundo Luis Acosta.
Los restantes dos acusados, la subteniente Claudia Daniela Cayata y el teniente Franco Damián Grupico, quedaron imputados como partícipes secundarios del homicidio simple, aunque seguirán en libertad.
De los nueve, ocho fueron destituidos por la Justicia militar, la máxima sanción posible.
En septiembre del año pasado se dictó la imputación por el delito de «homicidio simple en calidad de coautores». Si bien se había ordenado la prisión preventiva, no se hizo efectiva el año pasado por un recurso impuesto por la defensa. Ahora, tras ser negado dicho recurso, la prisión preventiva fue dispuesta por haber quedado «acreditada la existencia de riesgo procesal».
Por otra parte, el Tribunal encomendó la diligencia a Gendarmería Nacional hasta que se disponga un cupo en el Servicio Penitenciario Federal.
El ritual
El hecho tuvo lugar en el interior del Casino de Oficiales del Grupo de Artillería de Monte 3, ubicado sobre el kilómetro 10 de la Ruta 117 de la localidad correntina de Paso de los Libres, el 19 de junio de 2022, durante un ritual de iniciación desarrollado entre las 00.30 y las 6.30, según consta en el expediente.
En la investigación, orientada por el fiscal federal Fabián Martínez, se pudo determinar que los subtenientes Chirino, Chaile y Meza, debían presentarse y comenzar a prestar funciones, por orden del segundo jefe de la Unidad, a las 7.30 del 20 de junio de 2022, pero finalmente por instrucción del subteniente Facundo Luis Acosta, debieron arribar antes de lo previsto, a las 20.15 del día 18.
Entre el horario de ingreso y las 00.30 horas del día 19 de junio, en el quincho de oficiales y sus inmediaciones, en el marco del «bautismo», los acusados ahora procesados “prevaliéndose de la autoridad que tenían (…), en desprecio a la integridad física y moral de sus camaradas Matías Ezequiel Chirino, Jorge Manuel Chaile y Rufino Ezequiel Meza les impartieron órdenes arbitrarias y maltratos”, dice el expediente.
Detalla que los maltratos consistieron en “obligarlos a ejecutar diferentes tareas denigrantes, como ordenándoles previamente al arribo al cuartel que debían organizar una cena para ellos y durante la noche, debieron comprar diferentes bebidas alcohólicas y gaseosa, cigarrillos y comida a pedido de los sindicados”.
Y que “luego y con el estómago vacío, los conminaron a beber alcohol en exceso, extendiéndole sus copas, una de ella conteniendo vino con abundante sal, bajo la orden ‘tome, tome’ provocando que perdieran el conocimiento”.
Asimismo les exigieron que se colocaran la ropa de verano ante temperaturas de entre 4 y 2 grados y se sumergieran a la pileta del casino de oficiales, cuya agua se encontraba sucia, por un tiempo de treinta segundos aproximadamente.
Los jóvenes, que debieron dejar sus teléfonos celulares sobre la mesa, para que no contaran lo que ocurría, fueron obligados a comer con las manos fideos hervidos, mientras los superiores disfrutaban de una picada y un asado, según se desprende del dictamen.
Por otro lado, “les obligaron a comprar, cocinar y serviles, les requirieron que cantaran y/o recitaran la oración del soldado, la reseña histórica de dicha Unidad, la misión del Ejército Argentino y cuando se equivocaban les ordenaban que corrieran alrededor del quincho y/o de hacer flexiones de brazo”, expresa el dictamen.
A medida que fueron perdiendo el conocimiento por la intoxicación alcohólica y las demás circunstancias de maltrato, los soldados fueron dejados sin asistencia sobre colchones en el piso, sin calefacción en la habitación de Chaile, hasta que a las 6.09, la enfermera de la unidad, sargento Clara Fernández, recibió un llamado telefónico del Teniente Grupico solicitando que concurra a la Unidad para asistir a uno de los nuevos oficiales “que se había pasado de alcohol”.
Según la autopsia realizada a Chirino, murió por broncoaspiración tras vomitar en estado de inconsciencia y estando acostado, mientras que se registró 1,45 gramos de alcohol por litro de sangre, indica la resolución.
En su declaración indagatoria, la subteniente Cayata describió una situación que da cuenta de la tradición de los maltratos como ritual de bienvenida a los soldados nuevos, al decir que la noche de los hechos investigados volvió al quincho “porque me acordé cómo fue mi recibimiento hace un año atrás, en junio del 2021, y como no me había gustado lo que pasé en ese momento, yo no quería que ellos pasaran por lo mismo”.