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El de ayer será un día para no olvidar en el justicialismo. Muchos querrán que no hubiera pasado, pero la realidad es que hubo escándalo en dos actos peronistas. En uno hubo heridos con arma blanca; en el otro no corrió sangre, pero se salpicó la institucionalidad partidaria y enfrenta a dos sectores (al menos) a días de las internas para diputados provinciales e intendencia de Humahuaca, que serán el 1.° de septiembre.
En horas de la noche, minutos antes de que comenzara un acto del FPV, donde el gobierno iba a entregar escrituras dominiales, se enfrentaron dos grupos de militantes peronistas en una batalla campal que dejó dos heridos de arma blanca, y otros con escoriaciones.
No hay todavía información oficial sobre si hubo detenidos por la gresca, que se produjo en detrás de la Federación Gaucha. Sí hay versiones que dicen que incluso se oyeron disparos cuando se enfrentaron esos dos grupos antagónicos, que serían de la juventud partidaria, mientras adentro el acto seguía como si nada.
Trompada institucional
El otro escándalo fue menos grave, al menos en lo que refiere a la integridad física de sus protagonistas. Se dio antes del inicio del Congreso Provincial del Partido Justicialista, cuando su titular, el vicegobernador Guillermo Jenefes, impidió la participación del secretario del máximo órgano partidario, el diputado Miguel Morales, y le pidió que se fuera.
Ante la inflexibilidad de Jenefes y otros congresales que responden a su sector y al oficialismo, Morales sufrió una descompensación por su diabetes y tuvo un breve desmayo. Fue retirado por su tropa partidaria, entre ellos el concejal capitalino Guillermo López Salgado, con quien lidera la línea interna Frente de Unidad Peronista (FUP). Morales estuvo en un sanatorio privado en observación un rato y luego se retiró a su casa a descansar, por prescripción médica.
Morales había recibido la invitación a participar del congreso partidario extraordinario que se convocó para tratar el tema de la interna y decidir el armado de colectoras para octubre. No estaba previsto en el orden del día resolver la suspensión provisoria que pesa sobre la ficha de afiliación de Morales.
«Error policial»
Al final del congreso, el propio Jenefes se refirió a los hechos. Afirmó que la participación de Morales en el congreso “no podía ser admitida, porque está suspendido en su afiliación”, y dijo que la invitación que blandía Morales para justificar su presencia había llegado a sus manos por «un error de la policía provincial, que lo notificó”. No obstante esto, dicen algunos que el radiograma de convocatoria tiene que tener el visto bueno de las otras autoridades del congreso, como el propio Morales o el mismo Jenefes.
Antes de retirarse de la sede peronista, Jenefes dijo: “Morales vino a montar un show, es un provocador, sabiendo él que no podía asistir por estar suspendido en forma provisoria”, y recordó: “Yo no lo suspendí, fue el partido”. Los cronistas tenían más preguntas para hacerle, pero el vicegobernador dejó de hablar cuando interrumpió el vicepresidente primero de la Legislatura, Guillermo Snopek, que logró que su jefe político se fuera a saludar a los congresales que se retiraban.
