El Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó el giro de desembolsos a la Argentina por US$ 4.700 millones y dio un respaldo al cambio de rumbo en la política económica implementada por la gestión del presidente Javier Milei, aunque advirtió que habrá una «estanflación», recesión e inflación, a corto plazo.
Este año, «la inflación se acelerará a corto plazo a medida que se vayan deshaciendo los desajustes de los precios relativos y otros controles de precios, aunque se espera que la desinflación se inicie poco después, sobre la base de la aplicación de políticas restrictivas», destacó el Fondo, en el reporte del directorio sobre la última revisión efectuada al país, conocida tras la aprobación del giro de fondos.
En paralelo, el FMI estimó una inflación promedio del 230% y del 150% a fin de año, y una caída de la economía del 2,8%, en su última revisión de Perspectivas Económicas Mundiales, conocida también durante la semana que acaba de culminar.
Mientras a nivel local se desarrollaba la discusión para la aprobación del paquete de leyes propuesto por el Ejecutivo conocido como ley «Bases», a nivel internacional el directorio del FMI aprobó el último miércoles la séptima revisión del acuerdo bajo el Servicio Ampliado del Fondo (SAF) para Argentina, lo cual permitió el desembolso inmediato de alrededor de US$ 4.700 millones (o DEG 3.500 millones).
Apoyo del FMI
En un comunicado, el Fondo señaló que la decisión busca «apoyar los esfuerzos políticos iniciales de las autoridades y los fuertes compromisos para restaurar la estabilidad macroeconómica y ayudar a Argentina a satisfacer sus necesidades de balanza de pagos. Esto eleva los desembolsos totales en virtud del acuerdo a aproximadamente US$ 40.600 millones de dólares», precisó.
En este contexto, la titular del Fondo, Kristalina Georgieva, elogió al presidente Milei luego de la aprobación del desembolso, y expresó que «hasta ahora, hemos visto un buen equipo económico, un presidente muy pragmático, no confinado ideológicamente, sino buscando formas en las que el país pueda salir de esta dificultad», sostuvo en declaraciones en Washington.
Sin embargo, el Fondo señaló los desafíos que deberá afrontar la economía argentina en el transcurso de los próximos meses.
«A corto plazo, se prevé que la economía entre en un periodo de estanflación, a medida que se corrijan los precios relativos y se reduzcan drásticamente los desequilibrios fiscales y de flujos externos. Se prevé que la inflación disminuya gradualmente tras un estallido inicial», sostuvo el FMI en su staff report sobre la Argentina.
También consideró que «el camino hacia la estabilidad macroeconómica será difícil», no obstante, sostuvo que recibió «con satisfacción» las «audaces» medidas iniciales del Gobierno, al tiempo que valoró su «determinación» en la aplicación de un «ambicioso plan de estabilización».
En ese marco, tras la conclusión de la séptima revisión, dio su aval para «la prórroga del programa hasta fines de 2024», por lo que la próxima supervisión se concretará en los últimos meses del corriente año.
«El personal recibe con satisfacción las audaces medidas iniciales y la determinación de la nueva administración en la aplicación de un ambicioso plan de estabilización para restablecer la estabilidad macroeconómica y volver a encarrilar el programa», destacó el FMI, al tiempo que remarcó que «el compromiso de las autoridades para lograr superávits fiscales y por cuenta corriente gemelos es digno de elogio».
En tal sentido, remarcó que «como resultado, la economía se ha alejado de una crisis de balanza de pagos en toda regla, aunque el camino hacia la estabilidad macroeconómica será difícil -es probable que las condiciones empeoren antes de mejorar- y requerirá una aplicación sostenida de las políticas».
El staff report además manifestó su «satisfacción» con el compromiso de lograr un superávit primario del 2% del PBI este año y de eliminar todas las formas de financiación del presupuesto por el banco central.
Una reforma impositiva
El Fondo puso la lupa en los impuestos y abogó por una pronta reforma impositiva, al señalar que «las medidas distorsionadoras, como los impuestos sobre el comercio, deberán sustituirse con el tiempo por medidas fiscales de mayor calidad que mejoren la estructura y la eficiencia del sistema tributario y refuercen el diseño de los sistemas de subsidios a los servicios públicos, pensiones y transferencias provinciales».
En este sentido, consideró que «será necesario un esfuerzo continuado para asegurar la oportuna aprobación de la legislación fiscal, incluyendo el fortalecimiento del régimen del impuesto sobre la renta de las personas físicas, así como la eventual aprobación de un presupuesto para 2025 que incorpore el necesario giro en las medidas fiscales».
Asimismo, el staff del FMI abogó por reforzar apoyos a los más vulnerables. «Dada la delicadísima situación social, con tasas de pobreza ya elevadas, y el hecho de que la estabilización estará asociada a costos económicos a corto plazo, la asistencia social a través de los programas de subsidios familiares y de cupones para alimentos debería reforzarse según sea necesario», subrayó.