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El Frente de Gremios Estatales (FGE) le presentó al gobierno tres reclamos: un adicional de 2500 pesos, la equiparación del piso salarial al básico docente y la modificación de las asignaciones familiares, detalló en diálogo con El Submarino Yolanda Canchi, titular de la Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina (Atsa) y referente de ese colectivo de sindicatos de la administración pública.
Canchi relató que el gobierno pidió a todas las agrupaciones gremiales que presenten sus propuestas por escrito. “Parece que el gobierno se quiere manejar de esa manera”, comentó la sindicalista.
Son demandas, pero las llaman propuestas. En cualquier caso, el primer punto planteado por el FGE es que se cree un nuevo adicional, remunerativo y bonificable, de 2500 pesos.
En segundo lugar, piden que el piso salarial, que actualmente es de 6060 pesos, se eleve a lo que hoy es el piso de los docentes.
El tercer punto es sobre las asignaciones familiares. “Como habíamos dicho, con una mano te dan y con otra te quitan”, graficó Canchi, y continuó: “Cuando nos dan una recomposición salarial, queda rezagado el concepto de asignaciones familiares, el trabajador pasa a percibir el mínimo monto y pierde la posibilidad de cobrar el mayor monto de asignaciones familiares”.
Por esta razón, lo que piden es “que se respeten las escalas de asignaciones familiares sin que la recomposición salarial tienda a entorpecerlas”, precisó la sindicalista, aunque admitió que “no es fácil que el gobierno lo acepte”.
“Por experiencia decimos que mientras por un lado conseguimos la recomposición salarial, por otro se le descuenta al trabajador lo que le correspondía por asignaciones familiares. Es lo mismo que pasa con el impuesto a las ganancias, con el que terminan sacándole al trabajador lo que obtiene por un aumento salarial”.
Sobre el pedido de creación de un adicional remunerativo de 2500 pesos, precisó que debería ser bonificabl porque “impacta de distintas maneras para el bolsillo del trabajador, según la antigüedad, la dedicación exclusiva, la zona desfavorable, de modo que el que tiene más adicionales también se va a beneficiar un poco más”.
“Eso significaría en promedio un aumento salarial de 2500 pesos, y en cada caso se puede convertir en porcentaje”, agregó.
El segundo punto es elevar el piso salarial de 6060 a 7800 en el primer tramo. Con esto, explicó Canchi, se beneficia la gente que tiene sueldos bajos y menor antigüedad, mientras que el adicional de 2500 beneficia a la gente con mayor antigüedad.
En este sentido, distinguió: “Cuando el gobierno sale a hablar de porcentajes, solo se benefician los que tienen sueldos más altos y se perjudican los que tienen sueldos más bajos. Por eso tenemos que poner la mirada en el que menos cobra”.
Además de esos tres reclamos principales, el FGE le pidió al gobierno que se vuelva a discutir en junio. “Las paritarias deben ser por tramos, dado que la inflación nos puede jugar una mala pasada”, explicó Canchi.
La dirigente recordó además que “hay ítems en negro, en gris y en blanco, y nosotros no queremos entrar en ninguna negociación salarial que contemple conceptos en negro”.
