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Los legisladores del Frente Unidos y Organizados (Fuyo) adelantaron que apoyarán la ley que declara la emergencia en el Ingenio La Esperanza «en la medida que no toque los puestos de trabajo», según explicó el diputado Juan Manuel Esquivel, quien advirtió que el proyecto que impulsa el gobierno provincial contempla el despido encubierto de más de 800 trabajadores.
“Entendemos que debemos apoyar la ley que declara la Emergencia del Ingenio en la medida que no toque los puestos de trabajo de los compañeros que allí trabajan desde hace muchos años. Hoy quedan 1300 y debemos defender cada uno de los puestos de trabajo”, señaló Esquivel.
En la reunión conjunta de las comisiones de Asuntos Constitucionales, Economía y Finanzas que tuvo lugar esta semana para declarar la emergencia del Ingenio, de la región San Pedro y zona de influencia, el resto de los bloques de la legislatura fueron con la pretensión de dar despacho favorable al proyecto enviado por el Poder Ejecutivo, solicitando créditos para sanear la empresa, según relató el legislador.
«Uno de los primeros temas abordados por la comisión fue la propuesta que entiende el oficialismo como ‘muy superadora’ y ‘de contención’ para el personal del Ingenio. Allí, nuestro bloque hizo un planteo de principios sobre cuál era el motivo y en qué se fundamentaba el gobierno para despedir en forma encubierta cerca de 800 operarios», continuó.
Desde el Fuyo, entonces, plantearon abiertamente las sospechas «de que esta imposición la está haciendo la empresa Ledesma, que es una de las pretendientes a quedarse con el ingenio La Esperanza; pero no para mantener en funcionamiento la planta fabril sino para explotar los campos y la producción de la caña de azúcar».
«Hoy, a falta de destiladores de alcohol en el propio ingenio, se está moliendo la caña en Ledesma. Hoy la producción de alcohol se ha convertido en lo más importante en el sector zucroalcoholero, porque la producción de azúcar, por los precios internacionales, carece de importancia en la producción. Por lo tanto, entendemos que una planta fabril que tiene muchísimos años de atraso en su tecnología y que funciona por el imperio y voluntad de sus trabajadores, pero que no tiene la actualización tecnológica necesaria para estar entre los primeros ingenios que hay en la Argentina, se convierte en una pieza poco atractiva para cualquier inversor», detalló Esquivel, y agregó: «Cualquier inversor piensa en la explotación del campo y producción de caña de azúcar para hacer alcohol”.
Frente a este escenario, el bloque del Fuyo planteó que se deben defender las 1300 fuentes de trabajo que hoy quedan, e interpretó que «el ofrecimiento del gobierno se parece mucho a los cantos de sirena con los que el menemismo proponía las privatizaciones».
En esta línea, Esquivel evocó lo ocurrido en el marco de la privatización de Altos Hornos Zapla en los años noventa: «Para poder privatizarla se hicieron retiros voluntarios y se otorgaron indemnizaciones, pero la gente, con plata en mano y con una crisis en el sector financiero para la producción, no pudo jamás utilizar ese dinero».
«Eso es lo que va a ocurrir del mismo modo en la provincia de Jujuy. La gente a la que se le proponga anticipar jubilaciones o se la desvincule de la planta permanente y se le proponga ir a trabajar a algún municipio, o peor aún, cuando se le proponga ir a trabajar al campo cuando trabajó toda la vida operando máquinas, no va a saber qué hacer con ese dinero en lo inmediato», vaticinó el diputado, y concluyó: «Entonces ese dinero irá al circuito financiero, como ocurrió con el menemismo, a engrosar arcas financieras de los bancos y no a la producción ni al mantenimiento de puestos de trabajo”.
