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La presidenta de facto de Bolivia, Jeanine Áñez, ha promulgado la Ley de Régimen Excepcional y Transitorio para la realización de elecciones generales, que anula los resultados de los comicios del 20 de octubre, que ganó el depuesto Evo Morales con el 47 por ciento de los votos. Áñez dijo que el objetivo de su Gobierno es realizar «nuevas elecciones en el menor tiempo posible».
Este sábado, ambas Cámaras de la Asamblea Legislativa Plurinacional han dado el visto bueno por unanimidad al proyecto de ley. De acuerdo con la norma aprobada, en las próximas elecciones generales tienen derecho a participar todos los movimientos políticos de nivel nacional «con registro vigente a la promulgación de la presente Ley».
En lo que se refiere a los candidatos, el proyecto de ley prevé que «las y los ciudadanos que hubieran sido reelectos de forma continua, a un cargo electivo, durante los dos periodos constitucionales anteriores, no podrán postularse como candidatos al mismo cargo electivo», lo que supone que el dimitido presidente, Evo Morales, y el vicepresidente, Álvaro García Linera, no podrán postularse en estos comicios.
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) tiene como plazo máximo 20 días para elegir a nuevos vocales, de cara a fijar para 2020 una fecha para los comicios generales en la nación suramericana.
De acuerdo con el senador Milton Baron, del Movimiento Al Socialismo (MAS), los dos tercios que posee esa organización en la cámara alta garantizan la convocatoria a nuevas elecciones y como bancada «buscamos que los vocales del TSE y los departamentales sea por consenso y por unanimidad».
«Que el pueblo boliviano sepa y esté absolutamente seguro que la asamblea va a llevar hacia adelante en términos legislativos el camino adecuado, para que lo más rápido posible tengamos elecciones generales», afirmó.
En medio de este panorama político, la cámara de senadores aprobó también el Programa de Construcción de Paz del Sistema de Naciones Unidas, el cual propicia el pleno ejercicio de los derechos políticos de los bolivianos y persigue la desmilitarización para normalizar la crisis política en el país.
En tanto, grupos de choque de Áñez en La Paz agredieron a ciudadanos y familiares de las víctimas que iban a presentar sus denuncias de violaciones a los derechos humanos ante los delegados de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que visita el país.
Para este lunes, grupos de estudiantes universitarios marcharán con polera negra para denunciar las violaciones y la represión de las Fuerzas Armadas por parte del gobierno de facto de Áñez.
Cómo se llegó hasta aquí
Evo Morales estaba por completar su tercer mandato consecutivo al frente del Ejecutivo, al que había accedido con más del 60 por ciento de los votos, cuando en las elecciones del 20 de octubre pasado volvió a postularse y obtuvo el 47 por ciento. Ante la acusación de fraude, Morales había accedido a repetir los comicios con una nueva integración del Tribunal Electoral, y había anunciado que retiraría su postulación si de esa manera se evitaba una escalada de violencia en el país. Sin embargo, las Fuerzas Armadas y la Policía le pidieron públicamente la renuncia el 10 de noviembre.
El entonces mandatario anunció su dimisión y denunció que se estaba desarrollando un golpe de Estado en su contra. Tras dejar el cargo, aceptó el asilo político ofrecido por México y se trasladó a ese país, junto a su vice García Linera. La vicepresidenta segunda del Senado, la opositora Jeanine Áñez, se autoproclamó mandataria interina del país.
