El Poder Ejecutivo envió al Congreso el documento que contiene los anticipos de la ley de presupuesto, que tendrá cuatro ejes centrales: estabilidad macroeconómica; dinamismo productivo e infraestructura; bienestar e inclusión social y género, y diversidad y justicia.
La recuperación de las fuerzas productivas tras la caída sufrida por la pandemia de coronavirus, la estabilidad de los precios, la flotación administrada del tipo de cambio, el fomento de las pymes y contar con un sistema impositivo progresivo y simple, son algunos de los objetivos fijados por el Gobierno nacional en el avance del proyecto de Presupuesto 2021 enviado al Congreso.
El Poder Ejecutivo Nacional envió en las últimas horas al Congreso el documento que contiene los anticipos de la ley de presupuesto, en el marco de los plazos establecidos que se completará a mediados de septiembre con los objetivos de gastos y recursos, como lo establece la Ley de Contabilidad y de Administración Financiera.
De hecho, el jefe de Gabinete Santiago Cafiero viene manteniendo reuniones con los ministros de cada área para que informen los detalles de la políticas de cada cartera así como de los recursos que se requerirán para implementar esas medidas.
En el primer tramo del informe de 51 páginas al que accedió Telam, se hace un diagnóstico de la endeble situación económica que existía al asumir el presidente Alberto Fernández el 10 de diciembre pasado, que luego se agravó con la pandemia de coronavirus y las medidas adoptadas para enfrentar la crisis sanitaria, económica, financiera y previsional.
También informa sobre la ejecución presupuestaria hasta el 31 de mayo -ya incluido en los informes de la Oficina Nacional de Presupuesto-, y la recaudación tributaria y previsional de los primeros meses del año, que tuvieron una caída como consecuencia de la pandemia del coronavirus.
El documento señala que las prioridades de la política económica en 2021 tendrán cuatro ejes centrales: estabilidad macroeconómica; dinamismo productivo e infraestructura; bienestar e inclusión social y género, y diversidad y justicia.
Con respecto a la política monetaria y cambiaria, el objetivo será la estabilidad de precios y el fomento de la producción para lo cual se buscará tener una administración de la tasa de interés, una «regulación prudencial» del mercado de cambio.
En ese sentido, el Gobierno señaló que uno de los desafíos «será el régimen de flotación administrada del tipo de cambio, que deberá ser eficaz a la hora de evitar fluctuaciones y atrasos recurrentes, para seguir construyendo un mercado cambiario más robusto a partir del fortalecimiento de iniciativas macroprudenciales destinadas a suavizar los ciclos alcistas y bajistas en los mercados financieros»
Sobre la política tributaria la meta es lograr tener una estructura tributaria «más simple, moderna y eficaz» que permitan tener un sistema impositivo progresivo que permita el desarrollo de la producción, la formalización de empleos y aumentos de las exportaciones.
En materia de política productiva, la principal meta será dar impulso a las mipymes a través de de programas de financiamiento de la producción y en ese contexto se propone dar fuerte impulso al Fondo Nacional de Desarrollo Productivo (FOndep) y al Fondo de Garantías Argentino (FoGar) para facilitar el acceso al financiamiento productivo en sectores estratégicos para el desarrollo económico nacional.
También se buscará potenciar aquellas industrias que tuvieron una fuerte caída en la pandemia, como la turística, de la cultura y el entretenimiento.
En política energética, se buscará asegurar el abastecimiento y garantizar a toda la población el acceso equitativo, entre otras cuestiones.