El gobierno nacional espera tres meses de inflación alta y apuesta a la pelea de Cristina Kirchner y Axel Kicillof para tapar la suba del Índice de Precios Al Consumidor (IPC).
Los inquilinos de la calle Balcarce 50 montarán una estrategia para agitar la fractura en el peronismo y el objetivo es la “Gran Santa Fe” que el partido justicialista tenga tres listas en las elecciones de la provincia de Buenos Aires que se realizarán el próximo 7 de setiembre y Cristina Kirchner y Axel Kicillof monopolice la agenda política.
En la Casa Rosada ven que después del 3,7% de marzo y sumado a la devaluación que provocó el nuevo esquema cambiario, en los próximos tres meses la inflación seguirá alta y golpeará el principal logro de la gestión Milei.
Esto se debe a que el gobierno de ultraderecha todavía no encontraró un discurso consistente para explicar el salto de marzo, a pesar de que se supone ya no hay emisión de dinero.
En la cadena nacional del viernes, Milei culpó a la ley Guzmán por la supuesta incertidumbre que generó para el acuerdo con el FMI. Este lunes el presidente festejó un cálculo de un economista que afirma que sin estacionalidad en realidad la inflación fue 2,6 por ciento.
Estacional o no el aumento fue real y golpeó especialmente a sectores bajos y medios, ya que las subas más importantes se dieron en alimentos básicos como la carne y la verdura. En el gobierno saben que a la larga eso puede tener un costo político grande.
En la Rosada se entusiasmaron con el modelo de Santa Fe, donde el peronismo llegó detonado y dividido en tres y terminó con una sola lista con más de diez puntos. Ahora quieren lo mismo en la provincia de Buenos Aires.
El objetivo de máxima es que la pelea de Cristina y Kicillof termine con dos listas distintas, aunque si eso no sucede también les sirve que haya una pelea fuerte que concentre la discusión pública.
Es por eso que algunos libertarios piensan en que una buena idea potenciar de alguna manera al gobernador, ya sea con obras o fondos que ahora tiene frenados.
Hábil, Cristina pareció anticiparse a esa estrategia y este lunes cedió en su pelea con Kicillof y aceptó que haya elecciones desdobladas, en un paso que parece clave para que haya unidad.
La idea complementaria de la Rosada es impulsar directamente una tercera pata peronista para que presente una lista propia. Esa tercera lista tendría como referentes a Fernando Gray, Julio Zamora y Florencio Randazzo, que ya cumplió el rol de dividir el voto peronista en 2017 y 2021.
En el gobierno hablan de una ayuda directa para concretar esta alternativa y sueñan con que terminen presentándose tres listas peronistas.