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La firma del acta acuerdo del Centro de Interpretación de la Memoria Campo de Mayo se concretó esta tarde en el Museo del Bicentenario de Casa Rosada, en el marco de la entrega de los premios «Azucena Villaflor de De Vincenti» 2021, encabezada por el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández Kirchner, acompañados por los exmandatarios brasileño Luis Inácio Lula Da Silva y uruguayo José Mujica.
La decisión fue anunciada en el acto por el secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla Corti, y firmaron el acta acuerdo los ministros de Justicia y Derechos Humanos, Martín Soria; de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, y de Defensa, Jorge Taiana.
Se trata de dos hectáreas ubicadas dentro del predio militar de Campo de Mayo, donde funcionó uno de los centros clandestinos de detención más importantes durante la última dictadura, para transformarlas en un Espacio Memoria.
«Desde Abuelas celebramos el decreto del presidente Alberto Fernández que establece la indisponibilidad del predio de Campo De Mayo y destina dos sectores para el Espacio de la Memoria Campo de Mayo, un reclamo histórico de sobrevivientes, familiares de víctimas y organismos de Derechos Humanos», señaló Abuelas de Plaza de Mayo a través un mensaje publicado en su la cuenta de Twitter.
Recuerdan luego que la fiscal Gabriela Sosti definió a Campo de Mayo como «el sitio de exterminio más descomunal de la historia argentina, un infierno del que sobrevivió menos del 1%, peor que en Auschwitz”, en el juicio por los delitos de lesa humanidad que se está realizando en el TOF 1 de San Martín.
Entre 1976 y 1983 pasaron por Campo de Mayo más de 5 mil detenidos, detalla Abuelas, y que en su maternidad clandestina unas 30 mujeres secuestradas dieron a luz a niños que fueron apropiados, la mayoría aún siendo buscados por sus familias. Y desde la base despegaban los “vuelos de la muerte”.
En el hilo de Twitter, que acompañan con fotografías que muestran las acciones realizadas desde los organismos de derechos humanos, recuerdan además que los secuestrados llegaban encapuchados, se les asignaba un número y eran sometidos a picana, submarino, ataques con perros, palizas y violaciones hasta su “traslado”.
«Adormecidos, eran tirados de aviones al mar, fusilados en falsos enfrentamientos o enterrados allí», evocan. Y destacan que «cada dato» recolectado en estos 45 años «ha servido para dimensionar la maquinaria de muerte que funcionó» en Campo de Mayo. «Cartografiamos el lugar, impulsamos inspecciones y relevamientos aéreos, y logramos entender la burocracia genocida tras las miles de desapariciones», detallan.
Tras afirmar que «siempre nos hemos plantado contra los intentos de avasallar el predio», recuerdan que Carlos Menem «quiso hacer un negociado inmobiliario» con la ESMA, que es hoy Espacio de Memoria, y que Mauricio Macri «quiso hacer lo propio» con Campo de Mayo. «La férrea negativa de todo el movimiento de Derechos Humanos pudo frenarlo», expresan.
Desde #Abuelas celebramos el decreto del presidente @alferdez que establece la indisponibilidad del predio de #CampoDeMayo y destina dos sectores para el Espacio de la #Memoria “Campo de Mayo”, un reclamo histórico de sobrevivientes, familiares de víctimas y organismos de #DDHH pic.twitter.com/ZhHN6GQ6zf
— Abuelas de Plaza de Mayo (@abuelasdifusion) December 10, 2021
En el acto fueron galardonadas luego con el premio «Azucena Villaflor de De Vincenti» de este año ‘Taty’ Almeida, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora; Estela Barnes de Carlotto, de Abuelas de Plaza de Mayo; el Premio Nobel de la Paz en 1980 Adolfo Pérez Esquivel; el documentalista Pablo Torello; el exsenador y abogado Hipólito Solari Yrigoyen, quien no pudo asistir por cuestiones de salud y agradeció el galardón a través de una carta enviada por su esposa; la integrante de la organización Madres contra La Violencia Institucional Dolores Sigampa de Demonty; y la jueza Lucila Larrandat.
En tanto, Lula recibió de Pietragalla Corti una placa recordatoria a su trayectoria.
