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“Llegó la hora de la diplomacia de los pueblos”, dijo a El Submarino Juan Manuel Esquivel, director del área educativa de la Tupac Amaru y referente del Frente Unidos y Organizados (Fuyo), en relación al papel relevante que cumplen las organizaciones sociales en los procesos de consolidación democrática de las naciones latinoamericanas. Para el dirigente, la postulación de Milagro Sala al Parlasur es un reconocimiento a ese protagonismo.
El jueves a la noche se realizó el acto de cierre de campaña del Frente Unidos y Organizados (Fuyo), encabezado por la diputada provincial y referente de la Organización Barrial Tupac Amaru, Milagro Sala, y los principales dirigentes de ese espacio político, que integra el Frente Para la Victoria (FPV) a nivel nacional.
Esquivel, sobre el cierre del acto, se refirió a “la diplomacia de los pueblos”, en relación a la postulación de la diputada provincial Milagro Sala al parlamento del Mercosur por el distrito único país. “El Parlasur es la expresión deliberativa del Mercosur, que es un espacio donde se buscan estrategias de integración, sobre todo económica, que es lo más difícil por la globalización de los mercado, y también la integración cultural, científica y educativa”, explicó en diálogo con El Submarino.
Recordó que “somos pueblos que hemos nacido, salvo Brasil, bajo un mismo signo ancestral como comunidades aborígenes, y luego nos hemos conformado con toda la hibridación que se dio durante más de 500 años” y que hay “un destino común de las naciones sudamericanas, que tienen procesos políticos similares, con democracias asaltadas por gobiernos extranjeros a través de golpes de Estado”.
“Ahora, ya en pleno siglo veintiuno, los sectores populares representados en organizaciones sociales y los sectores populares están en la base de todos los procesos latinoamericanos de esta época, por lo que tienen mucho que decir, mucho que hacer y mucho que cuidar”, aseveró, y agregó que “son fundamentales para garantizar estos procesos de integración y descolonización cultural”.
En este sentido, destaca lo que denomina “la diplomacia de los pueblos, para que la diplomacia no quede en manos solo de unos iluminados”, y explica: “Los sectores populares se ponen de acuerdo más rápidamente que los diplomáticos, que obedecen a superestructuras, y aquí en la tierra los vemos pasar, no sabemos por qué acuerdan tales o cuales cosas, son designios que no entendemos y solo con el tiempo vemos que hay poderosos intereses económicos, financieros, que hipotecan el futuro de nuestros países”.
“Pero donde no se puede traicionar lo que uno quiere es en los sectores populares -continúa-, porque a través de su estado de asamblea, de sus formas de representación y participación directa, que consolidan la democracia participativa, está una de las fortalezas para defender lo que se ha construido”.
Esquivel destacó el rol de las organizaciones sociales en la profundización del modelo construido y afianzado en la última década. “El gobierno nacional puso a las organizaciones sociales en un lugar de privilegio, se reconoce que hay un actor nuevo”, señaló, y recordó la crisis de 2001, cuando a partir de la debacle económica, financiera y social que se vivió como producto de la política de los años noventa aparecieron por ejemplo las ferias de trueque y “la consigna furiosa de que se vayan todos”.
“Ahí estuvieron las organizaciones sociales”, afirmó, y repasó la aparición primero de los llamados “piqueteros”, y luego los colectivos más organizados, con otros objetivos. “Nos pusimos al hombro la desocupación, la desnutrición, la falta de educación y salud. Nos hicimmos cargo, salimos a solucionar los problemas”, recordó.
En su lectura, los caminos son los que son posibles en cada momento, y luego se van institucionalizando. “Ahora me parece que estamos en una línea de institucionalización de las organizaciones sociales como actores importantes en la construcción de una nación, y en este caso de la posibilidad que brinda el Mercosur -reflexionó-. Nosotros apostamos a esto”.
Respecto de este nuevo posicionamiento de las organizaciones sociales, que vienen a ofrecer modelos de construcción, analizó: “Las democracias mordernas son más complejas, por lo que hay que dar un salto en el concepto representativo hacia una democracia participativa”.
En este sentido, mencionó los intentos realizados desde el bloque del Fuyo en la Legislatura provincial, con la propuesta de un presupuesto participativo: “La compañera Milagro Sala lo habla constantemente: ‘Muchachos, decidamos entre todos dónde va a parar el presupuesto’. Porque claro que hay partes que no se tocan, como los salarios, pero está la parte de la obra pública, de salud, de educación, donde podríamos estar discutiendo para dónde van los dineros”.
-El precandidato presidencial del FPV, Daniel Scioli, dijo que si gana va a crear el Ministerio de Economía Popular. ¿Milagro Sala sería una buena figura para encabezarlo?
-Me parece que tendríamos que tener primero el ministerio y después ver. La idea es muy interesante. Scioli hizo dos pinceladas, y en esa descripción usó las palabras del papa Francisco en Bolivia, cuando habló de las tres T: techo, trabajo y tierra. Como inicio puede ser interesante, habrá que ver. Pero no la imagino a Milagro en ese lugar, porque ella ya ha planteado más de una vez que su deseo es quedarse en Jujuy y poner todo su esfuerzo para lograr otro Jujuy para los jueños, y está empeñadísima en eso.
