El funcionario de la Municipalidad de Palpalá Sebastián Andrés Soria quedó detenido el viernes pasado, en el marco de la causa iniciada por la denuncia de sus dos sobrinas por abusos sexuales cometidos contra ellas cuando eran niñas.
Rodrigo Cuellar, el abogado que representa a las dos mujeres, explicó en diálogo con El Submarino Radio (FM Conectar 91.5) que la detención de Soria, dispuesta por la jueza Mónica Cruz Martínez, se fundó «no solo por la gravedad de los hechos sino por entender que están vigentes peligros procesales, que él estando en libertad podía influir en los testigos que están declarando y también en la vulnerabilidad de estas dos mujeres que necesitan llegar al juicio oral sin ningún tipo de coacción ni de violencia».
Además, el imputado había incurrido en desobediencia judicial al violar una perimetral que se le había impuesto en febrero. «No la respetó, se acercó en su vehículo particular al domicilio de Milagros», contó Cuellar.
«Se dio lugar a la detención primero, porque violó la perimetral, y segundo, por la ampliación de denuncia que hizo Mariana el fin de semana pasado, donde pone en conocimiento los hechos abusivos cometidos entre 2016 y 2019», detalló el abogado.
Este martes se llevó adelante la audiencia imputativa, en la que Soria conoció los 14 hechos de los que se lo acusa. Los delitos son abuso deshonesto, violación, abuso sexual gravemente ultrajante, abuso sexual con acceso carnal, agravados por el aprovechamiento de la convivencia preexistente con una persona menor de edad, y desobediencia.
Mariana Celeste Coelho, de 34 años, y su prima Milagros Mariela Ocampo, de 26, hicieron pública su historia el 26 de agosto pasado a través de una publicación en redes sociales. Relataron que cuando eran niñas fueron abusadas reiteradamente por su tío, el abogado Sebastián Andrés Soria, quien es actualmente funcionario de la Municipalidad de Palpalá.
Mariana comenzó a padecer los abusos de su tío en 1995, cuando ella tenía apenas 5 años. «Se repiten en distintas épocas, en distintos horarios, siempre con el mismo modus operandi, aprovechándose de la convivencia», describió el abogado. Estas situaciones se mantuvieron hasta 2001, pero volvieron en 2016 y se extendieron hasta 2019.
Sin prescripción
Al hacer pública la denuncia, las dos mujeres reclamaron que la justicia rechazara el pedido de prescripción presentado por la defensa de Soria. El abogado explicó: «En realidad, el legajo fiscal nunca fue archivado, nunca se desestimó la denuncia. Lo que pasó es que al ser hechos tan antiguos, era complejo iniciar una investigación que incluyó informes ambientales, pericias psicológicas, informes técnicos sobre las víctimas y sobre el imputado».
La defensa de Soria había intentado que se declare la prescripción «porque por el momento en que se cometieron los hechos, de acuerdo al Código Penal de esos años, transcurrido el plazo legal este delito prescribía», detalló Cuellar.
La legislación referida a los abusos sexuales cometidos contra personas menores de edad tuvo dos modificaciones importantes. En 2011 se aprobó la denominada Ley Piazza, que establecía que el plazo de prescripción comenzaba a correr desde que la víctima adquiría la mayoría de edad. Pero en 2015 se aprobó la Ley de Respeto al Tiempo de la Víctima, que determinó que el plazo de prescripción empieza a correr una vez que, adquirida la mayoría de edad, la persona formula la denuncia o ratifica la denuncia formulada por sus representantes legales cuando eran menores.
El juicio
«Las chicas tienen derecho a llegar a un juicio oral, a relatar los hechos abusivos y traumáticos que han vivido. Ellas tienen destruida no solo su infancia sino también su presente y su futuro, como lo dijo textualmente Mariana en la audiencia. Ahora buscan justicia, quieren llegar a un juicio y ser escuchadas en un tribunal, y que el tribunal determine la culpabilidad o no del señor Soria», señaló Cuellar.
El abogado reveló que Mariana Coelho está con tratamiento psicológico y psiquiátrico, con medicación. «Tiene bloqueos y se va desbloqueando de a poco. Va relatando los hechos abusivos que padeció conforme se va acordando. Todos los días se acuerda de cosas nuevas».
Por estas horas, familiares y allegados de las dos mujeres están declarando como testigos. «Tienen un conocimiento indirecto de los hechos. Han vivido con las chicas, saben los problemas de salud que esto les provocó, tienen conocimiento de relevancia -comentó Cuellar-. El relato del marido de Mariana va a ser muy importante porque él sabe de las condiciones de ella. Las dos chicas han pasado por intentos de suicidio, tienen anorexia, bulimia. Es un caso muy delicado. Ellas me autorizaron a decir todo esto».
Además de las declaraciones de testigos, el fiscal Alejandro Gurrieri pedirá otros informes ambientales, incluido un nuevo informe técnico psicológico en Mariana a partir de los hechos nuevos que relató el fin de semana pasado, para actualizar el análisis que se le realizó en abril pasado.
Sobre el tiempo que podría transcurrir hasta llegar al juicio oral, el abogado indicó: «La investigación está avanzada, solo restan estas evidencias que se están incorporando. Los tribunales están colapsados, pero sabemos que siempre se da prioridad a las causas con personas detenidas. Esperemos que el juicio sea antes de fin de año».
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