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En el marco de una nueva marcha para pedir justicia, la madre de Iara Rueda pidió que Tomás Fernández, imputado por el femicidio de la adolescente, sea trasladado al penal de Gorriti, ya que en noviembre pasado cumplió 18 años. Ahora está en el penal de menores de Alto Comedero.
«No me parece que lo sigan tratando como si no hubiera hecho nada», reclamó Mónica Cunchila, mamá de Iara, que cada martes se manifiesta frente a la Casa de Gobierno para pedir justicia junto con Padres y Madres del Dolor, familiares de jóvenes que perdieron la vida de forma violenta.
En diálogo con El Submarino Radio (FM Conectar 91.5), Cunchila planteó: «Ese señor, esa lacra, tiene que estar en el penal de Gorriti. Lo siguen protegiendo y no sé por qué. Él tiene familiares que pertenecían a la cúpula policial; capaz que es por eso».
Por el femicidio de Iara hay tres imputados, Raúl Cachizumba, Mauricio Abad y Tomás Fernández, por “homicidio triplemente calificado, agravado por el vínculo, por la alevosía y por haber sido cometido por un hombre contra una mujer y mediare violencia de género”.
Fernández tenía 16 años en el momento del crimen. En noviembre pasado cumplió la mayoría de edad. Sin embargo, en lugar de trasladarlo al penal de Gorriti, para mayores, la justicia dispuso alojarlo en el Complejo Penitenciario de Alto Comedero, donde funciona la Unidad Penal 2 para «internos varones menores”, lugar conocido como «la granja». Desde el momento de su detención había estado en el Centro de Menores de San Pedro.
Ante el reclamo de la familia de Iara, la única respuesta que reciben es que en Gorriti no hay lugar. Cunchila afirmó: «Días atrás trasladaron allí a manifestantes por protestar; entonces sí hay espacio».
Iara Sabrina Rueda tenía 16 años cuando el 23 de septiembre de 2020 salió de su casa de Palpalá y no regresó. Su cuerpo fue hallado cinco días después, semienterrado en un descampado cercano, el mismo lugar donde los propios familiares y vecinos habían rastrillado.
Cada martes, Mónica Cunchila levanta la voz pidiendo justicia por su hija y también por otros y otras jóvenes que murieron de forma violenta, ya sea por femicidio, homicidio o siniestros viales. «Nuestro pedido es justicia y condenas ejemplares, que nos den respuesta ahora, que dejen de dormir los expedientes, que lean todos los expedientes que tengan que leer», dijo .
«A veces estamos decaídos y cansados, nos enfermamos, pero pedimos que se pongan en el lugar de cada familiar. Se van a dar cuenta de que no es fácil. Dios quiera que nunca les toque a ellos», sostuvo.
Sobre el avance de la causa por el femicidio de Iara, Cunchila contó que es posible que el juicio comience antes de fin de año. «Según el abogado, están esperando que firmen una resolución; después hay unos cuantos papeleos más y ahí se conformaría el tribunal», detalló.
Además de pedir justicia por su hija, Cunchila reclama políticas públicas activas para prevenir y erradicar la violencia de género. En este sentido, la implementación plena de la denominada Ley Iara, de emergencia en esa materia, que se aprobó luego del femicidio de su hija, sigue estando pendiente. También se cuestiona el modo en que se aplica la Ley Micaela, que dispone la capacitación obligatoria en esta problemática para todos los agentes del Estado.
«Esto pasa por la educación, por la escuela, por todos los organismos. Las leyes se tienen que implementar. Pero acá ponen parches. Es terrible. Se tiene que invertir más, necesitamos gente que esté empapada en esta problemática. Si no, nunca se va a terminar», analizó.
