El presidente Alberto Fernández volvió a cuestionar este lunes la postura «ideológica» e «inflexible» del staff del Fondo Monetario Internacional (FMI) y advirtió que el organismo internacional de crédito que conduce Kristalina Georgieva evidencia «exactamente la misma lógica» que un «fondo buitre».
«Las soluciones del fondo son siempre las mismas. Es la discusión que (el ministro de Economía) Sergio (Massa) tuvo, fue una discusión muy dura», señaló el Jefe de Estado, luego de llegar al país tras participar del G20 que se celebró en la India, en referencia a las negociaciones con el organismo de crédito.
En una entrevista brindada a El Destape Radio, y consultado sobre si el staff tiene la misma lógica que un «fondo buitre» -un fondo de inversión que compra la deuda de un Estado o entidad cerca de la quiebra a un precio menor y luego opera y presiona para cobrar un valor superior- el Presidente dijo que «finalmente» es igual.
«Tienen exactamente la misma lógica, finalmente. Y ese es mi reclamo. Un fondo buitre, como su nombre indica, actúa como un buitre. Nuestros abuelos dirían, son usureros, viven de asfixiarnos con los intereses por la plata que nos prestaron. Ahora, el Fondo nació como prestamista de última instancia. Todo eso se tergiversó», dijo.
Fernández recordó que, en el acuerdo suscripto originalmente por su Gobierno, se colocó un artículo que «dice expresamente que deben considerarse los riesgos que puedan sobrevenir y que a veces la economía se ve alterada no por la acción del Gobierno sino por otras cosas», pero que, a la hora de negociar, el staff del Fondo (Monetario) fue reticente para aceptar las consecuencias de la sequía.
El titular de la Casa Rosada comentó que durante la cumbre del G20 pudo dialogar con su par estadounidense, Joe Biden, y dijo que ambos coincidieron en que «el staff del FMI tiene un poder indebido».
«Más allá del análisis aritmético de una deuda, está el análisis político de la deuda. (El expresidente) Néstor (Kirchner) decía que los muertos no pagan. No tiene mucho sentido ahorcar a un país hasta asfixiarlo, porque las posibilidades de pago son menores. Esa lógica sigue en el staff del Fondo», criticó.
El mandatario explicó que, además, dialogó con la directora del FMI, Kristalina Georgieva, quien le aseguró que corregirán esas posturas «en el futuro» y que «se está trabajando» en un tema planteado «hace cuatro años que es el sobrecargo, que es una sobretasa que cobra el Fondo a los países sobreendeudados».
El jefe de Estado recordó que, dos años atrás, Georgieva y el FMI hablaban de la «sostenibilidad» de las deudas, pero, ahora, parecen haber vuelto a su lógica más tradicional.
En la misma línea, destacó que es un tiempo de crisis «profunda» de los preceptos de «la revolución conservadora» de la década de 1980 que dio lugar al Consenso de Washington, y puso como ejemplo la búsqueda de un «sistema impositivo para que sea más progresivo» en Europa, donde además se «castiga» a los que tienen «inmuebles vacíos en medio de una crisis habitacional».