El próximo 10 de diciembre Guillermo Snopek dejará su banca en el Senado para mudarse a la Cámara de Diputados, cambiando lugares con Carolina Moisés. Ambos legisladores nacionales por Jujuy fueron protagonistas de las elecciones del domingo pasado, en las que el peronismo recuperó posiciones en la provincia. En diálogo con El Submarino Radio (FM Conectar 91.5), Snopek opinó que la recuperación es consecuencia de «la apertura del partido» que se dio tras la intervención del PJ local, y consideró que deberían realizarse elecciones PASO para que la ciudadanía elija con su voto las autoridades partidarias de todos los espacios políticos. «Ningún partido quiere internas», argumentó.
De cara a la segunda vuelta de la elección presidencial del 19 de noviembre, Snopek expresó que «están dadas las condiciones para que no se produzca». Y planteó que ya en las PASO Juntos por el Cambio «prácticamente se había extinguido como fuerza política».
Sobre la posibilidad de que Sergio Massa, en caso de ganar la presidencia, convoque a Gerardo Morales a formar parte de su gobierno, Snopek apuntó: «¿Por qué lo llevaría?», y agregó: «No creo que Massa quiera destruir Unión por la Patria».
-¿Qué balance hace del resultado de las elecciones del domingo en Jujuy?
-Les pedimos a los jujeños que nos acompañen y nos han respaldado. Les agradecemos y les decimos que vamos a asumir nuevamente el compromiso de defender Jujuy, alzar la voz de los jujeños y trabajar para que esta provincia crezca.
-¿Y ahora cómo sigue?
-La campaña no terminó. Ya arrancamos el lunes, terminamos de coordinar los equipos, ver los lugares, con el análisis de adónde había que reforzar. Y si bien salimos segundos, vamos en busca de salir primeros en la capital de la provincia. A nivel nacional, ya comenzamos el camino al balotaje del 19 de noviembre. A Massa le faltaron tres puntos para ganar en primera vuelta y creo que esto consolida un gobierno que ha pasado por muchas dificultades. Los tiempos se han precipitado desde agosto hasta ahora, logrando generar empatía con el pueblo argentino.
-¿Cómo interpreta el voto del domingo en Jujuy?
-La reforma constitucional le hizo una mella importante en la sociedad jujeña, que todavía no está cicatrizada y hay que terminar de resolverla. Por un lado fue por bronca. Los ciudadanos lograron visualizar que a quienes acompañaron en agosto iban por el agua, que fue una de las luchas en las cuales hubo muchas lesiones graves por defender este derecho. Creo que se entendió que a quienes estamos y ponemos la cara hoy, no circunstancialmente o de manera efímera, nos van a encontrar para reclamar o para buscar juntos soluciones. Creo que ese fue un poco el mensaje este domingo. La dimos vuelta, pero asumiendo las lecturas de las urnas en agosto. Creo que falta todavía un análisis más profundo. La sociedad ha querido un quiebre y hoy nos da esa oportunidad a nosotros. Nuestro mensaje fue claro. Hay muchas cosas por mejorar, pero también muchas por defender.
-Casi toda la puna y la quebrada volvieron a votar al justicialismo.
-Creo que eso habla de que llegó el mensaje que transmitimos después de las PASO, que no era lo mismo, que el Partido Justicialista había vuelto a levantar sus banderas.
-Llamó la atención la buena elección que hizo el justicialismo en San Salvador de Jujuy.
-La capital viene esquiva al peronismo. Fue el trabajo intenso y animarnos, asumir la responsabilidad y poner la cara. Creo que se decidió asumir la responsabilidad y poner la cara. Y en ese poner la cara, el acompañamiento fue bueno. Ahora la responsabilidad es más grande, de construcción no solo de esperanza sino para dar respuesta a quienes habitan esta ciudad.
El corte de boleta
-En Jujuy el peronismo tuvo una recuperación, aunque no le alcanzó para salir primeros. Hubo un corte de más del 12% en la categoría senadora, y una cifra parecida en la categoría de diputados. ¿Fueron sectores internos del justicialismo que fueron a votar por Massa y les cortaron la boleta a usted y a Carolina Moisés?
-No, yo lo atribuyo a que el electorado busca la figura presidencial. Es muy habitual eso, y se da también cuando hay elecciones de gobernador. En la última elección hubo más de 40.000 votos de diferencia entre la categoría gobernador y diputado provincial. Eso tiene que ver con la especulación financiera y también mediática, que busca debilitar a los gobiernos. Y las figuras parlamentarias, pese a no incidir en el porcentaje ni nacional ni provincial, es la más atacada. Porque el poder del pueblo, digamos, está en los órganos legislativos. Ahí está la representación directa.
-¿No hubo ninguna maniobra para el corte de boleta?
-No. Yo lo que sí creo es que hay que volver a darle vida a los partidos políticos, que son el instrumento que marca la representación democrática. Porque hoy los partidos no tienen vida. Muchos decían que las PASO son un gasto, una encuesta abierta. Pero nada que implique la expresión del pueblo es un gasto. Pero a las PASO hay que darles una vuelta de tuerca y elegir autoridades partidarias nacionales y de distrito. Creo que por ahí pasa la forma para volver a fortalecer el sistema democrático. Hacen falta los partidos políticos pero hay que darles vida.
Intervención e internas
-¿La intervención le dio vida al PJ jujeño?
-Sin ninguna duda. Permitió la participación de todos los sectores que quisieron participar. Por eso hay que buscar el mecanismo de las PASO para la elección de las autoridades partidarias. Te doy un ejemplo sencillo. El presidente de la nación preside el PJ. Entonces, como fuerza política, no lo puede criticar o no lo puede acompañar en las medidas que tome. Unificados en la misma persona, los roles se confunden. La primera vuelta de tuerca debería ser que las autoridades partidarias no tengan cargos electivos.
-El justicialismo esta vez recuperó 50.000 votos y perdió por 20.000 votos. ¿Fue la amnistía que dio la intervención a todos los afiliados que habían sido echados, suspendidos y tirados por la ventana, o fue la salida de Rubén Rivarola? ¿Cuál de las dos influyó más?
-Yo creo que fue la apertura del partido. Porque ya con la apertura, tenés el movimiento justicialista. En cambio, si está cerrado como estaba, los resultados o la participación es menor. Creo que eso fue lo importante en estas elecciones. En 2017 hubo interna y la gané yo. En 2019 hubo interna y la ganó Carolina. En el 2021 cerraron el partido, no quisieron interna. Y ahora hubo interna. Entonces, ¿qué le está dando la fuerza al peronismo? La participación y la apertura. Por eso digo que las internas tienen que ser con las PASO.
-En ese caso, toda la ciudadanía participaría en una interna partidaria. ¿Por qué no hacer internas con los militantes o con los afiliados?
-Porque no hay un mecanismo para hacerlo. Ningún partido convoca a internas. Ningún partido lo quiere. Creo que hay que buscar los mecanismos. Eso fortalece la democracia.
-Dentro de 9 meses termina la intervención del PJ. ¿Qué expectativas tiene?
-Esperamos poder sacar la modificación de las PASO a nivel nacional para que en el 2025 pueda realizarse la interna. Lo que hay que hacer es que las PASO nacionales resuelvan las internas de los partidos nacionales para volver a darle fuerza y no que sean una coalición efímera como ahora y que después desaparezcan. Que se elijan las autoridades nacionales partidarias y las autoridades de distrito.
-¿Ese mecanismo debería ser aprobado por la Legislatura de Jujuy?
-Podría ser una de las maneras. Pero si no lo hace, con una ley nacional podés garantizar la vida partidaria de los partidos de distrito.
-Después de seis años en el Senado va a pasar a ser diputado. ¿Cómo se siente con eso?
-Como le dije a Carolina: el senado es para los adultos y la cámara baja es para los jóvenes. Fuera de broma, la explicación está en el nombre de nuestro frente: Unión por la Patria. Primero la patria, después la discusión en el movimiento justicialista y por último los hombres. Y no era una discusión de nombres, era una discusión de una responsabilidad generacional. No era la disputa de un lugar o el otro. Era la responsabilidad que teníamos generacionalmente de trasladar una propuesta al pueblo jujeño. Y que no cruja la interna.
La elección nacional
-A nivel nacional, ¿qué lectura hace de las elecciones del domingo?
-En las PASO hubo bronca y descontento. Después se polarizó entre Javier Milei (La Libertad Avanza), que consolidó los votos de las PASO, y Unión por la Patria, que creció en virtud de haber tomado medidas que hoy y ahora repercutieron directamente en los argentinos y también en Jujuy. Milei incentivó a sacar la plata del banco, intentando crear una corrida financiera, lo que en cualquier otro momento hubiera tumbado un gobierno. Así fue como adelantaron la entrega del gobierno de Alfonsín, quebraron el gobierno de De la Rúa, y ahora intentaban hacer lo mismo. Lo intentaron, intentan y lo van a seguir intentando. No hay duda. El condicionamiento es permanente. Pero Sergio Massa dio fortaleza para que el mercado no se lo lleve puesto y tener hoy el respaldo de los argentinos. Este respaldo le da oxígeno para acomodar las cosas.
-Algunos dicen que Javier Milei se va a bajar de la segunda vuelta. ¿Cuál es su opinión?
-Yo creo que están dadas las condiciones para que no se produzca el balotaje. Porque del análisis de los votos, se ve que tendrían que transferirse directamente a esa fuerza política todos los de Juntos por el Cambio, cosa que no va a suceder. Entonces creemos que después de un análisis puede llegar a suceder esto. Es la hipótesis que hoy veo más fuerte.
-¿Cree que Juntos por el Cambio se va a fracturar?
-Las elecciones lo han mostrado acá en Jujuy, donde ya prácticamente se había extinguido esa coalición como fuerza política. Y el resultado lo ha marcado este domingo, donde a Juntos por el Cambio le dio la espalda el 80% del pueblo jujeño.
-Massa habla de formar un gobierno de unidad nacional. ¿Qué opina de la posibilidad de que lo convoque a Gerardo Morales?
-¿Por qué lo llevaría a Morales? Yo creo que Morales está muy devaluado. Lo mató a Larreta, mató a Cambiemos. No creo que Massa quiera destruir Unión por la Patria.
-Massa en Salta le dijo «mi amigo Morales». ¿Lo bardeó?
-No tenga ninguna duda. Fue un cachetazo, y sirvió para generar la discusión en Juntos por el Cambio. Nosotros, que tenemos una percepción local, teníamos ese sabor amargo. Este es un gobierno inmoral y horrible.