El Tribunal Oral Federal (TOF) número 1 de La Plata condenó este martes a prisión perpetua a los represores responsables de la llamada Noche de los Lápices, en el marco del Juicio por las Brigadas que operaron de manera clandestina en el sur del conurbano bonaerense durante la década de 1970.
En este proceso oral de la denominada causa «Brigadas», se juzgó desde octubre de 2020 a doce represores por los secuestros, torturas, violaciones, apropiaciones de menores y homicidios cometidos en los centros clandestinos que funcionaron en las brigadas policiales de Quilmes, Banfield, Lanús y San Justo durante la última dictadura.
Estos crímenes se cometieron en perjuicio de 605 víctimas, 189 de ellas desaparecidas, alojadas en esas cuatro brigadas policiales que funcionaron como centros clandestinos de detención durante la última dictadura militar.
Entre las víctimas se cuentan los estudiantes secuestrados en el episodio conocido como La Noche de los Lápices, un hecho emblemático en el marco del terrorismo de Estado ejercido durante la última dictadura cívico-militar. También figuran varios niños nacidos en cautiverio -uno de ellos es el nieto 133 recuperado por Abuelas de Plaza de Mayo, Daniel Santucho- e integrantes del colectivo travesti trans.
Por estos casos fueron juzgados el exministro de Gobierno bonaerense durante la última dictadura Jaime Smart; el exmédico policial Jorge Antonio Berges; Federico Minicucci; Carlos María Romero Pavón, Roberto Balmaceda, Guillermo Domínguez Matheu, Carlos Gustavo Fontana, Alberto Candioti, Jorge Di Pasquale, Juan Miguel Wolk, Enrique Augusto Barré y Luis Horacio Castillo.
La sentencia dictada por los jueces Ricardo Basílico (presidente), Esteban Rodríguez Eggers y Walter Venditti consistió en 10 perpetuas, una condena a 25 años y una absolución. Para los jueces, los hechos fueron catalogados como crímenes de lesa humanidad. En minoría, Basílico señaló que los delitos se cometieron en el marco del genocidio que tuvo lugar en la Argentina.
Los condenados a prisión perpetua fueron:
- Federico Antonio Minicucci, jefe del Regimiento de Infantería Mecanizada 3 de La Tablada.
- Guillermo Domínguez Matheu, jefe de Actividades Psicológicas del Destacamento de Inteligencia 101 de La Plata.
- Jorge Héctor Di Pasquale, jefe de la sección de Operaciones Especiales del Destacamento de Inteligencia 101 de La Plata.
- Carlos María Romero Pavón, jefe de Reunión Interior del Destacamento 101 de La Plata.
- Roberto Balmaceda, jefe de Contrainteligencia del Cuerpo de Actividades Especiales del Destacamento 101 de La Plata.
- Jaime Lamont Smart, el ministro de Gobierno de la provincia durante los primeros años de la dictadura.
- Juan Miguel Wolk, jefe de la División Delitos contra la Propiedad y de la División Delitos contra las Personas y de la dirección de investigaciones Zona Metropolitana.
- Jorge Antonio Bergés, médico de la policía bonaerense que actuó en los partos y en el robo de los bebés nacidos en cautiverio.
- Horacio Luis Castillo, el comisario que actuó en la Brigada de Investigaciones de Lanús –conocida como el Infierno de Avellaneda– y en el Pozo de Banfield.
- Carlos Gustavo Fontana, que fungió como enlace entre el Destacamento 101 y el Batallón de Inteligencia 601.
Alberto Julio Candioti, jefe de la sección Comando del Destacamento 101 de La Plata, fue condenado a 25 años de prisión.
Enrique Augusto Barre, segundo jefe de la División Delitos contra la Propiedad que funcionaba en el Pozo de Banfield, resultó absuelto. Hasta diciembre era defendido por Mariano Cúneo Libarona, el actual ministro de Justicia de la Nación.
El TOF empezó a escuchar las últimas palabras de los imputados a las ocho de la mañana. Al mediodía, familiares y militantes de derechos humanos se reunieron en la calle para escuchar la sentencia y desplegaron una bandera bordada con los nombres de los 390 desaparecidos de Quilmes.
La audiencia de este miércoles se prolongó más de lo esperado porque Basílico, presidente del TOF y único juez presente en la sala, leyó el nombre de cada una de las víctimas por las que fueron condenados los genocidas. Todos los imputados siguieron la lectura del veredicto desde sus casas, donde cumplen arresto domiciliario. El único que está en prisión es Di Pasquale, alojado en Campo de Mayo.
El 5 de julio se procederá a la lectura de los fundamentos de la sentencia.
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