La autopsia realizada sobre el cuerpo de la docente Sabrina Sánchez no mostró lesiones internas ni externas. En cambio, reveló en el esófago la presencia de un pesticida que correspondería al de una botella hallada junto al cadáver.
La pericia que se desarrolló durante la mañana de este martes determinó que el cuerpo de Sánchez no sufrió ninguna lesión interna y que sus órganos vitales se encuentran en buen estado, sin que se hayan observado traumatismos o heridas.
El examen sí arrojó que en el esófago había un líquido agroquímico, un pesticida cuya botella estaba al lado del cuerpo de la mujer, hallado este domingo en las márgenes del río Perico. El indicio es que ingirió el veneno en el mismo lugar.
Respecto de la data de la muerte, pudo determinar que ocurrió el mismo día de la desaparición, el pasado 17 de diciembre.
En principio, las conclusiones preliminares de la autopsia indican que no habría indicios de que Sánchez haya sido asesinada. Aún resta realizar otros exámenes toxicológicos.