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Representantes de la comunidad La Quiaca Vieja mantuvieron esta mañana una reunión con funcionarios del gobierno provincial en la que exigieron que se realice la consulta previa, libre e informada referida a la zona franca que se instalará en la región fronteriza. Piden precisiones sobre la superficie que se afectará al emprendimiento y cuál será el destino de las 50 familias que habitan el lugar y viven de la siembra y el pastoreo.
«No digamos que fue un acuerdo. Fue impasse, para trabajar en la consulta previa e informada que nunca se hizo. Y pedimos una reunión y una asamblea con toda la gente, con el gobernador y con el señor Luque», explicó a El Submarino Radio (FM Conectar 91.5) Noemí Vilte, vicepresidenta de la comunidad La Quiaca Vieja.
La comunera relató: «En un primer momento nos dijeron que iban a tomar 1200 hectáreas de la comunidad La Quiaca Vieja, que es la totalidad de la superficie de la comunidad. En el transcurso del tiempo vienen y dicen que van a tomar 75 hectáreas, luego dicen 50 hectáreas… No sabemos realmente cuál es la superficie».
Todas estas imprecisiones y la falta de la consulta previa motivaron el pedido de reunión con el gobernador Gerardo Morales y con el titular del Ente de Administración de las Zonas Francas de Jujuy, Martín Luque. En el encuentro de esta mañana no estuvo ninguno de los dos, lo que molestó a la comunidad.
«Siempre hemos trabajado en base al diálogo, no a la confrontación; siempre hemos sido una comunidad con las puertas abiertas. Pero lamentablemente dijimos que vamos a tomar otra determinación, porque queremos la presencia de ellos en la asamblea, ya que ellos mismos no saben la superficie que van a tomar para la zona franca», agregó Vilte.
Según anunció el gobierno provincial, las obras en la zona franca de La Quiaca deberían iniciarse el mes que viene. La concesión se adjudicó a la UTE integrada por Jemse, Telinfor SA y Jumi SRL.
Unas 50 familias integran la comunidad de La Quiaca Vieja, que habitan y trabajan esas tierras. «Son campos de pastoreo de los que están tratando de sacarnos, hay alambrados que se van a levantar, casas que van a desalojar. Esa es la cuestión. Se siembra y se hace pastoreo es nuestra única forma de vida, la única fuente de trabajo».
-¿Ya comenzaron con los trabajos de la zona franca en el lugar?
-No. Se hizo en un sector nada más, cuando vino el gobernador a poner la piedra basal. Hasta ahí estuvo bien, nunca cortamos el diálogo. Al contrario, llamamos a dialogar, pero con las personas que realmente tienen que estar y no con terceros. Ya nos ha pasado que hemos dialogado más de la mitad del año y no hemos visto resultados.
-¿Cederían parte de sus hectáreas?
-Por ahora estamos en diálogo y analizando cuáles son las estrategias.
