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Para las cuatro de la tarde está previsto el inicio de la asamblea de los trabajadores del Ingenio La Esperanza, en la que debatirán la última propuesta del gobierno provincial para los 600 obreros que actualmente prestan servicio: o aceptan perder la antigüedad y recibir el 50 por ciento de la indemnización que les correspondería por despido, o la planta va a remate. «Esta alternativa de Omega, que ya era poco confiable, poco trasparente y muy poco seria, hoy termina siendo una vergüenza», sentenció la diputada nacional Carolina Moisés en diálogo con El Submarino Radio (91.5).
La amenaza lanzada por el gobierno provincial ha puesto a los trabajadores entre la espada y la pared. Por esta razón, el debate en el seno del Sindicato de Obreros y Empleados Azucareros del Ingenio La Esperanza (Soeaile) se presenta complejo. Muchos delegados aseguran que la propuesta es en realidad un despido encubierto por la mitad del dinero que correspondería, y que no hay garantías de que la totalidad de los trabajadores vayan a volver a sus puestos, en el caso de que se haga cargo el grupo colombiano Omega.
El gobernador Gerardo Morales asumió el tema del ingenio La Esperanza como uno de los ejes de su campaña, allá por 2015. Prometió sanearlo y venderlo a inversores de primer nivel sin que esto significara la pérdida de puestos de trabajo o el deterioro en las condiciones laborales. Recién el 4 de abril de este año anunció entusiasmado que se había concretado la venta al Grupo Omega, pero al día siguiente la empresa interpuso una aclaratoria al juez de la quiebra en la que entre otras cosas planteó que no estaba dispuesta a reconocer la antigüedad de los 600 trabajadores que quedaron luego de la desvinculación de 400 obreros, el año pasado.
«El gobernador Gerardo Morales mintió a los sampedreños y a los trabajadores del ingenio cuando fue candidato en el 2015», afirmó la diputada nacional Carolina Moisés, y agregó: «Lo único que logró fue la precarización de la situación».
La legisladora recordó: «Morales se reunió muchas veces con la gente, compartió asados con los trabajadores que se declaraban radicales y les garantizó que se iban a mantener las fuentes de trabajo, que él iba a conseguir una solución de fondo y que el ingenio iba a seguir abierto».
«Hay que reconocer la paciencia y la tolerancia de la comunidad y los trabajadores, porque 400 de ellos se allanaron a la propuesta de retiro voluntario y de jubilación de prepo, quedando 600 empleados que es el número óptimo con el que debe funcionar el ingenio -continuó Moisés-. Ahora el gobierno los echa, porque esta indemnización y el no reconocimiento de la antigüedad es un despido, y el trabajador queda desvinculado en el momento en que firma, sin garantías de que a futuro se lo vuelva a tomar».
«El sindicato no aceptó absolutamente nada, traemos la propuesta que nos hizo el gobierno y vamos a analizarla, porque la nueva empresa quiere pagar la mitad de las indemnizaciones y que el trabajador empiece de cero”, dijo el secretario general del Soeaile Sergio Juárez.
Si los trabajadores rechazan la propuesta, el Gobierno ya advirtió que si bien esta zafra se realiza, a partir de fin de año no va a poner más plata, lo que significará que el ingenio se cierre y vaya a remate. «Esto fue tomado del mismo gobernador Morales, del ministro Abud Robles y de la presidenta del Superior Tribunal Clara de Falcone, quienes dijeron que pretenden salvar el ingenio y para eso necesitan que el trabajador tome una decisión sobre las antigüedades y acepte su indemnización al 50 por ciento, porque si no se va a remate», remarcó Juárez.
El sindicalista adelantó que van a exigir que les muestren la rendición contable de los dos últimos años de la gestión anterior y los dos años de esta gestión actual.
Moisés recordó que el grupo Omega tenía la obligación de hacer un desembolso de 15 millones de dólares durante el mes de mayo y asumir desde ese momento la administración del ingenio. Nada de eso se cumplió. «Siguen estando las mismas personas de siempre, y hay dos o tres colombianos que no se sabe qué tarea están haciendo pero que no tienen ninguna facultad ni poder -relató-. Pareciera que están ahí para conseguir información sobre el funcionamiento del ingenio, pero el ingenio sigue administrado por las personas que puso el gobierno provincial en diciembre de 2015».
La diputada sampedreña aseguró que «fue todo armado a gusto y paladar del goberbador Gerardo Morales, con la complicidad del sistema judicial, para liquidar la empresa». En este sentido, recordó que el Grupo Omega tampoco se hizo cargo de los compromisos que firmó con el juez de la quiebra, Juan Pablo Calderón, «que hizo una convocatoria a medias y ofreció el ingenio casi de regalo, con condiciones que le calzaban perfecto a esta empresa, dando un plazo de cinco días, cuando nadie medianamente coherente se toma tan poco tiempo».
«Esta alternativa de Omega, que ya era poco confiable, poco trasparente y muy poco seria, hoy termina siendo una vergüenza», sentenció, y repasó: «Firmaron ante el juez Calderón que iban a dar continuidad laboral a los 600 empleados, que les iban a reconocer la antigüedad y que iban a mantener la planta de acuerdo con el sindicato. Pero no pusieron un peso, pretenden que les entreguen todo antes de poner la plata y encima exigen, según tengo entendido, que les entreguen la titularidad de la empresa y de los terrenos, todo libres de compromisos laborales».
-¿Cómo se podría resolver esto según su punto de vista?
-Sinceramente, en este momento no sé cuál es la solución, pero estoy convencida de que no es echar a los empleados del ingenio, jamás puede ser esa la solución, porque la familia azucarera es la que viene haciendo el sacrificio. Que el ministro Abud Robles dé la cara y exprese realmente para quién está jugando, porque todos hablan del ingenio como si fuera una agujero sin fondo, donde el gobierno pone plata y la pierde, pero nadie dice cuánto ganó el gobierno provincial con la venta de azúcar y de alcohol el año pasado, con lo producido en el ingenio. Porque estamos hablando de una empresa que está en funcionamiento, que tiene 12 mil hectáreas de caña plantada, que no solo procesa la caña propia sino también de cañeros independientes. Entonces, ¿dónde están los balances, las ganancias y la plata que se ha generado? Nos dirán que se usó para pagar los sueldos, pero entonces ¿cuánto es efectivamente la plata que pone el gobierno? ¿O alguien se lleva la plata de lo producido? Habrá que buscar una solución integral para el ingenio. Nosotros la habíamos encaminado, a diciembre de 2015 el proyecto que se había emprendido en el ingenio estaba dando resultados positivos en términos de recuperación económica, de diversificación productiva y de generación de empleo.
