El Submarino Jujuy Noticias de Jujuy, Argentina y el mundo
Por Miguel López – Diputado provincial del FIT.- En Libertador Gral. San Martin, funciona el complejo agro industrial Ledesma y una noche de un lunes 10 de marzo de 1980 hubo un temporal que generó el corte del suministro eléctrico a la madrugada siguiente por dos horas.
La tormenta desbordó el Río San Lorenzo por encima de la toma de agua de la empresa Ledesma y de su canal de riego, lo que llevo a que el río retorne a su cauce natural y no encontrando muro de defensa alguno avanzo inundando más de 1 metro y medio las casas precarias de los barrios obreros San Francisco, Patricias Argentinas, Los Ceibos y en menor medida los barrios San Lorenzo y 9 de Julio.
Lo que provocó decenas de muertos, aunque sólo registraron las muertes de una bebé de un año, un niño de 3 años, tres mujeres y un hombre adulto, con domicilio en los barrios Los Ceibos, 9 de Julio y San Lorenzo.
Los nombres de los fallecidos en la inundación reconocidos fueron Juana Ramona Martínez, argentina de 30 años, Juana Martínez Calguara, boliviana de 55 años, Julia Portal, argentina de 44 años, Demetrio Cuevas, y la bebe Claudia Chaile y el niño Alberto Faustino Echazú.
Según el diario El Pregón inmediatamente a la inundación hubo más de 1500 evacuados y al día siguiente estos ascendían a 3600, en el marco de una localidad de Libertador incomunicada tanto por el acceso norte como por el acceso sur por desbordes también del cauce del Rio Ledesma a la altura de puente que limita Fraile Pintado de Libertador y también el desborde del rio San Francisco a la altura del puente que va a Caimancito.
Junto a esto también se dañó el tendido eléctrico, los postes de luz y el cableado, por lo que debido a estos desperfectos eléctricos también fallecieron personas electrocutadas.
Dicho diario también se encargó de reconocer la inmediata solidaridad popular ledesmense que hubo con los inundados tanto en tareas de defensa civil de muchos pobladores, pese a la negativa del gobierno militar y el personal de la empresa, como también la ayuda con calzados y ropa que llevaron los habitantes de Libertador no afectados por el desastre a los inundados que fueron alojados en las inmediaciones de la escuela Raúl Galán y la Escuela Provincia de Tucumán, más conocida como N°261.
También en la inundación hubo responsables que quedaron impunes
Entre los responsables de este crimen social estuvo el gobierno provincial militar de Urdapilleta que nunca planifico la obra pública de defensa solida del Rio San Lorenzo, ya que aun sabiéndose a priori que las inundaciones en este río con cauce irregular en verano son cíclicas, debido a las constantes lluvias que en el período estival llevan a que el Río Valle Grande, afluente del Rio San Lorenzo, arrastre consigo sedimentos, troncos y árboles y esto sumado a las lluvias hagan aumentar el caudal del río San Lorenzo y lo hagan desbordar, retornando a su cauce natural.
El gobierno municipal de Luis Aredez, intendente intervenido bajo el gobierno provincial de Carlos Snopek (Fre.Ju.Li-PJ) permitió la avanzada de la Triple A comandada a nivel nacional por López Rega desde el Ministerio de Bienestar Social y en la provincia por el senador Martiarena, además de haber ampliado el ejido urbano incluyendo al complejo agroindustrial Ledesma dentro del mismo para cobrarle tasas y canon municipales, que antes no pagaban y luego de esta gestión no volvieron a pagar, había realizado un estudio que definía no habitar la ribera del río San Lorenzo sin antes realizar una obra pública que construya una defensa sólida en dicho río. Según cuenta en su libro «Diez décadas de Libertador 1899-1999» la docente e historiadora local ya fallecida Olga Demitropulos.
Otro de los responsables fue la empresa Ledesma SAAI y el directorio de Carlos Pedro Blaquier, quienes por no ceder tierras altas del pedemonte de yungas, no inundables y aptas para ser habitables, llevo a que los asentamientos (Los Ceibos) y la construcción de barrios para obreros del campo azucarero del Ingenio Ledesma conquistados por la lucha que emprendió el sindicato SOEAIL(San Francisco, 18 de Noviembre, Patricias Argentinas y 9 de Julio que integraban el PLANFIL) se construyan en una zona definida previamente como inundable por ser parte del cauce histórico del río San Lorenzo y no apta para ser habitable sin antes realizar obras de defensa del rio.
Memoria para luchar por obras que eviten futuras tragedias
A 45 años de este desastre no sólo natural, sino también con responsables políticos y empresariales, tenemos que pensar la inundación del 11 marzo de 1980 como un reclamo pendiente para conseguir la seguridad frente a futuras inundaciones con la demanda genuina de una defensa del rio San Lorenzo, ya que después de más de 4 décadas tampoco los gobiernos «democráticos», que sucedieron al gobierno provincial militar, construyeron una defensa de rio que amplíe la ya existente y la solidifique en sus grietas, más teniendo en cuenta que la población amplio hacia la zona noroeste (Barrios El Triángulo, Alfonsín, Tupac Amaru, Asentamiento 24 de Mayo, San Martín, Balbín, San Roque, Papelero, 22 de Mayo y Aredez) justo por donde entró aquella inundación en 1980, y también al costado del terraplén de las vías del ferrocarril, en la zona noreste, volvieron a vivir familias víctimas del déficit habitacional, zonas donde también en la década del 70′ y 80′ estaban ubicadas asentamientos o villas(Los Ceibos) que fueron afectados por aquella inundación.
A su vez, Ledesma SAAI siguen sin pagar tasas y canon en la municipalidad de Libertador, y en la provincia paga impuestos a ingresos brutos totalmente irrisorios, cuestión que también hay que cuestionar y exigir que está empresa millonaria pague tasas y canon municipales e impuestos provinciales progresivos a su gran fortuna, retomando el legado de la intendencia Aredez, para entre otras obras con esos recursos económicos poder construir una defensa del rio San Lorenzo que de seguridad a los vecinos ante el riesgo de inundaciones y trabajo genuino a la juventud desocupada.
