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Durante el acto del Frente Jujeño Cambiemos que se llevó a cabo en el salón de la Federación Gaucha, el presidente Mauricio Macri le dio su total apoyo al gobernador Gerardo Morales en su batalla contra Milagro Sala y la cautelar de la CIDH que obliga al estado nacional a sacar de la cárcel a la diputada del Parlasur.
Macri estuvo en Jujuy pocas horas, las suficientes para dejar bien en claro que no hay fisuras en su alianza con el radical. «Tenemos que terminar con el clientelismo en el país», dijo el presidente en su discurso.
Morales usó expresiones más extremas, como «liberar a los jujeños de la esclavitud», cuando se refirió a la situación de Milagro Sala (a quien no nombró) y las organizaciones sociales.
El gobernador se mostró enojado, lejos de aquel tono conciliador con el que en enero pasado había asegurado a medios nacionales que si la CIDH dictaba la cautelar a favor de la líder de la Tupac, había que cumplirla obligatoriamente. Y el 30 de julio, 48 horas después de conocida la resolución del organismo internacional, afirmó desde su cuenta de Twitter: «No comparto que la otorgue el privilegio de prisión domiciliaria a corruptos aunque sus cautelares son obligatorias».
La llegada de Macri a Jujuy pareció envalentonar al gobierno provincial. Morales endureció su posición frente a la CIDH. Dijo que «son burócratas que viven en Washington y no sabem cómo vivimos en Jujuy», y dirigiéndose al auditorio agregó: «No vamos a bajar los brazos, hemos tomada la decisión de vivir en paz; y por la paz también se debe luchar, y mucho».
El acto se realizó en la Federación Gaucha y tuvo un exclusivo tinte radical. No estuvo presente el vicegobernador Carlos Haquim (del peronismo massista) ni ningún otro representante de ese sector, aliado de Morales en el Ejecutivo provincial.
En tanto, la justicia penal jujeña ya tiene en sus manos la medida cautelar que emitió la CIDH que pide que Sala sea liberada, tal como había exigido el Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias (GTDA) de la ONU, que en octubre pasado había afirmado que Sala está detenida en forma arbitraria y debía ser liberada «de inmediato».
En la cautelar, la CIDH le pide al estado nacional que vea cómo hace para resolver la situación carcelaria de Milagro Sala, porque su vida e integridad corren serio peligro y “no puede permanecer ni un día más” en el penal de mujeres. Todo apunta a la prisión domiciliaria o la libertad vigilada con fiscalización electrónica.
