Marcha de las velas en homenaje a la docente fallecida: ‘Así es imposible hablar de calidad educativa’

Con una «marcha de las velas» se rindió homenaje este miércoles a la docente fallecida el 20 de marzo pasado. Por las calles de San Salvador de Jujuy se movilizó la comunidad educativa de ese y otros establecimientos para visibilizar además cómo afecta a la salud de maestros y profesores el trabajo diario, que no se agota con la tarea al frente de las aulas.

Educadores, alumnos, madres y padres, homenajearon a Adriana Silvia Armella, vicedirectora del nivel inicial de la Escuela Normal, quien falleció a causa de un ACV que padeció en el marco de una reunión de padres.

«Esta marcha se convocó desde el dolor, desde el enojo del colectivo docente, frente a lo que nos tocó vivir la semana pasada. Fue una iniciativa espontánea de nuestros colegas educadores. Fue distinta a las que estamos acostumbrados, siempre haciendo los mismos reclamos, porque esta vez, lamentablemente, nos tocó hacerlo desde la tristeza», describió en diálogo con El Submarino Radio (FM Conectar 91.5) Fernanda Álvarez Prado, docente de la Normal.

El Colectivo Docente de ese establecimiento difundió el domingo una Carta Abierta en la que detallan «una cadena de situaciones que nos interpela como docentes a poner sobre la mesa una diversidad de situaciones por las que atravesamos diariamente».

Álvarez Prado remarcó: «Necesitamos que el ministerio se ocupe de todas estas situaciones. Hay muchas colegas que se van todos los días de la escuela con enormes problemas cargados en las mochilas, problemas que nos llevamos a casa y a la larga o a la corta empieza el cuerpo a darnos señales que muchas veces no escuchamos y lamentablemente terminamos así».

Reclamos no escuchados

Uno de los principales reclamos que plantean los docentes al Ministerio de Educación es el relacionado con la carga burocrática que deben afrontar. «Todos los años tenemos jornadas institucionales donde nos preguntan qué se necesita, cómo se va a trabajar, cómo vamos a avanzar, y llenamos una cantidad de planillas e informes que realmente no sabemos si son leídos, porque todos los años es la misma historia, las necesidades siguen siendo las mismas y no vemos la verdad que haya un avance», detalló Álvarez Prado.

Hace tiempo ya que la docencia viene pidiendo que se implementen gabinetes psicopedagógicos en cada institución, porque actualmente funcionan de manera itinerante, cada uno con tres o cuatro escuelas. Esta necesidad se vuelve urgente, además, porque hay más niños integrados por aula de lo que indica la ley. Se trata de estudiantes que requieren una atención especial, personalizada, lo que suele superar las posibilidades del docente.

Además, está la superpoblación en el aula, que en algunos casos llega a 36 alumnos. «Así es imposible hablar de calidad educativa», afirmó Álvarez Prado, y sintetizó: «Siempre damos inicio al ciclo lectivo con los mismos reclamos, que no son escuchados».

Visita de cortesía

Después de publicada la Carta Abierta y antes de la marcha de las velas, un equipo del Ministerio de Educación se hizo presente en la Escuela Normal para, supuestamente, interiorizarse de la situación puntual en ese establecimiento. «Se tomaron el tiempo de pasar toda la jornada en la escuela, pero para nuestro sentir fue una llegada tarde. Porque nosotros hubiéramos querido ese acompañamiento el mismo viernes, por ejemplo», comentó la docente.

La visita de los funcionarios resultó apenas una visita de cortesía, porque si bien hubo un diálogo con el cuerpo docente, no se ofrecieron ni prometieron soluciones. «Encima vinieron en horas de clase, cuando todos sabemos, y el Ministerio lo sabe, que la responsabilidad que tenemos sobre nuestros niños es muy importante. Pase lo que pase con nuestros niños en la escuela, recae sobre la figura del docente», indicó Álvarez Prado.

En este sentido, reflexionó: «Todos nuestros niños vienen con historias vividas. Nosotros en la escuela no podemos abocarnos únicamente a lo educativo, al conocimiento, a lo pedagógico. Las realidades sociales de cada niño nos superan realmente, pero tampoco podemos mirar hacia otro lado, porque trabajamos todos los días con nuestros niños durante cinco horas, y ellos nos cuentan un montón de cosas. Entonces esas situaciones influyen en nuestro ser, y  muchas veces es difícil para los colegas separar el trabajo de la vida cotidiana. Nos traemos el problema a la casa y nos desahogamos con la familia».

‘Como si nada’

Los educadores de la Normal sienten que no tuvieron ni tienen el acompañamiento que necesitaban frente a un golpe tan duro como la pérdida de una compañera. En particular, sentían que no estaban en condiciones de volver a las aulas de inmediato, que necesitaban un tiempo para reponerse. «Fue muy doloroso tener que volver como si nada», describió la docente.

«Quiero agradecer a todas las colegas que se sumaron ayer a esta marcha, y pedir que continuemos unidos, que no nos callemos, que nos apoyemos entre nosotros -convocó Álvarez Prado-. Sobre todo, nos cuidemos, cuidemos nuestra salud, porque detrás de cada docente hay una familia y esto no tiene que ser gratuito, ni es necesario tener que llegar a esto».

Carta abierta: por nuestra compañera, por todos, por la educación que nos debemos

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