El diputado justicialista Alberto Matuk cuestionó la incorporación por Ley de la figura del arrepentido en el Código Procesal Penal, por considerar que se debilitan las garantías de orden constitucional y se da lugar a un procedimiento extorsivo. “Desde el bloque del PJ decidimos no acompañar el proyecto oficialista “porque esto es como tomar un atajo y avalar una vil negociación en la que un fiscal, en una situación de absoluta desigualdad, toma el trato que le ofrece un imputado agobiado por una posible condena”.
“Estamos oficializando la traición de un delincuente que delata a un cómplice para favorecer su situación procesal, dejando de lado los principios fundamentales del derecho penal constitucional”.
“Esto nos coloca en un dilema, porque advertimos que la ineficiencia del Estado nos lleva a pulverizar garantías de orden constitucional en aras del esclarecimiento de los hechos delictivos. Y lo hace a través de lo que nosotros entendemos como una suerte de extorsión, porque no hay que olvidar que esto no es una negociación común y vulgar entre un comprador y un vendedor. Acá prima la presión de un fiscal a pedido de un imputado”.
El diputado recordó que la sociedad le concede al Estado la potestad represiva para que en su nombre castigue los delitos, pero también expresa una serie de procedimientos y de reglas de orden constitucional, y sobre todo internacional, que indican cómo se llega a la condena de una persona.
“Esto es como tomar un atajo y encarar una vil negociación, en la que un fiscal, en una situación de absoluta desigualdad, toma el trato que le ofrece el imputado. Aquellos que somos hombres del Derecho y entendemos que vivimos en un Estado republicano debemos repudiar este sistema”.
Luego trajo a colación un caso de arrepentimiento en Jujuy y contó la situación de una legisladora provincia –el conocido caso de Mabel Balconte- que se presentó en una causa penal el año pasado como “aparentemente arrepentida”. “No conozco los detalles, pero sé que tuvo un percance que incluso casi termina con su vida como consecuencia de este vil negocio en el que se vio involucrada y, creo, no precisamente por su voluntad”.