El último informe de Reporteros sin Fronteras (RSF) coloca a Argentina entre los países con mayores caídas en libertad de prensa a nivel global, descendiendo 21 posiciones en el ranking de 180 países, pasando del lugar 66 al 87.
Esta caída es parte de una tendencia preocupante que, por segundo año consecutivo, coloca a Argentina en una posición alarmante en relación con la libertad de expresión.
Cambios en la región y los factores detrás del retroceso
A nivel regional, Argentina se encuentra por debajo de países como Trinidad y Tobago, Canadá y Jamaica, que se posicionan de manera más destacada en cuanto a libertad de prensa.
Este fenómeno no es único de Argentina, ya que Samoa y Kirguistán también experimentaron retrocesos significativos, pero la caída de Argentina es una de las más pronunciadas, con un descenso de 47 posiciones en dos años.
Según el informe de RSF, uno de los principales factores detrás de este retroceso es el giro autoritario del gobierno de Javier Milei, quien ha sido señalado por desmantelar los medios públicos, utilizar la publicidad estatal como herramienta política y estigmatizar a los periodistas.
Estos factores se suman a un contexto donde el cierre constante de medios se ha vuelto una práctica común debido a las dificultades económicas que atraviesan los medios de comunicación.
La crisis de los medios y el impacto de las agresiones
El informe también subraya la difícil situación económica que enfrentan los medios en el país, un problema que afecta no solo a Argentina, sino a varios países de la región.
Esta crisis económica es uno de los factores clave que afecta la libertad de prensa, ya que debilita los medios de comunicación y hace que la información independiente sea cada vez más difícil de sostener.
Por otro lado, las agresiones contra periodistas han aumentado de manera alarmante. FOPEA reportó 179 agresiones en 2024, lo que marca un crecimiento del 53% en comparación con el año anterior.
De estas agresiones, más de la mitad fueron atribuibles directamente al presidente Milei, lo que pone en evidencia la relación hostil del mandatario con la prensa.
Un panorama global cada vez más crítico
El informe de Reporteros sin Fronteras destaca que, a nivel mundial, la libertad de prensa ha sufrido un deterioro generalizado. En 2025, la puntuación media global cayó por debajo de los 55 puntos, el umbral que indica una situación «difícil» para la libertad de prensa.
Este retroceso tiene raíces económicas, principalmente por la concentración de ingresos publicitarios en las grandes plataformas digitales, lo que impacta directamente en la sostenibilidad de los medios tradicionales y contribuye a la proliferación de noticias falsas y desinformación.
En este contexto, el deterioro de la libertad de prensa en Argentina no es solo una preocupación interna, sino también un problema que tiene repercusiones a nivel mundial.
La caída del país en el ranking de RSF es un reflejo de las presiones políticas, económicas y sociales que afectan a los periodistas y la información independiente, un pilar esencial para el buen funcionamiento de la democracia.