El gobernador de Jujuy Gerardo Morales se sumó al equipo de salud que cumplió con el último rastrillaje epidemiológico en Alto Comedero para detectar casos de coronavirus y proceder al aislamiento y medicación de personas infectadas, con el propósito de cortar la cadena de contagios.
Resaltó que “el desafío es no ser zona roja y radica allí la importancia del trabajo de prevención que desarrollan los agentes de salud, sumado a ello la responsabilidad y la necesaria conciencia colectiva de la gente”, además de Jujuy, Misiones no esta en zona roja, dijo Morales.
En otro orden, al analizar las medidas restrictivas adoptadas en gran parte del país, consideró que “cerrar sirve parcialmente, porque la mayoría de los contagios se dan socialmente, es decir cuando la gente afloja”.
Aseguró que “seguiremos haciendo el esfuerzo en Jujuy para sostener abierta la actividad económica, porque el empresario, el cuentapropista, el comerciante y el productor no da más” y agregó que “también queremos mantener abiertas las escuelas”.
Luego, manifestó su gratitud “a todo el personal de salud, particularmente a los que caminan la calle, visitando a los jujeños puerta a puerta” y resaltó que “la información actualizada en salud es fundamental para saber dónde y cómo trabajar para combatir la pandemia”.
Señaló que “por experiencia sabemos que los contagios demoran en llegar a Jujuy, pero la segunda ola llegará y debemos estamos estar preparados para eso”.
Posteriormente, admitió que “la curva está creciendo un poco, por lo tanto, tendremos que reforzar este trabajo”, y recordó que “contratamos 3.000 enfermeros y agentes sanitarios”, para luego ratificar su compromiso de “mantenerlos aun cuando dejemos atrás la pandemia de coronavirus”.
“Simultáneamente -prosiguió- mejoramos las condiciones laborales de los enfermeros y estamos trabajando con la situación de los agentes sanitarios”, contradiciendo a los dichos de Apuap.