Noticias falsas sobre coronavirus: ‘Ser ciudadano digital es urgente’

Por Romina Tarifa* y Silvestre Del Río Valero**. Nuestras acciones en las redes sociales tienen consecuencias reales, y la emergencia sanitaria por la pandemia del coronavirus, sin dudas, nos exige posicionarnos como ciudadanos digitales conscientes y responsables.

Hoy nos acecha un enemigo silencioso que estamos conociendo y debemos actuar para enfrentarlo y minimizar sus consecuencias al máximo. Algunos gobiernos, como los de Argentina y España, decidieron como medida de protección el aislamiento social, preventivo y obligatorio para proteger a los ciudadanos. Y estar en situación de cuarentena con acceso a internet nos lleva a estar más conectados que antes, tanto a los adultos como a los chicos.

Por otra parte, necesitamos reconocer que los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a estar informados y saber lo que estamos viviendo. Tenemos que explicarles con palabras claras, evitando asustarlos con datos trágicos como la cantidad de muertes o la posibilidad de muerte propia o de sus familiares.

Se recomienda alertarlos para comprometerlos en el autocuidado y el de sus familiares, y explicarles que tenemos la posibilidad de decidir quedarnos en casa para protegernos entre todos.

Este convivir hiperconectados en las redes y con la televisión prendida nos genera un exceso de información de forma permanente. Y en varios casos estamos consumiendo noticias falsas que nos generan ansiedades, miedos, enojo, confusión, desinformación y angustia.

Tenemos que prestar atención al fenómeno de la infodemia, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) define como la enorme cantidad de información falsa que está circulando sobre el coronavirus, y que nosotros creemos, consumimos, compartimos y actuamos en consecuencia.

Esta lluvia de noticias falsas que nos llegan en mensajes, videos, audios y memes nos invita, en este escenario, a reflexionar desde el pensamiento crítico, desconfiando desde el principio y asumiendo que no todo lo que se publica en las redes sociales es real. Y más aun: desconfiemos de las noticias que buscan impactar en nuestras emociones y condicionar nuestras acciones.

A partir de cada noticia que nos llega, siempre debemos buscar la fuente para reconocer si es confiable; debemos solo informarnos de fuentes oficiales, como los gobiernos nacionales, los ministerios de Salud y la propia OMS, y en caso de duda, consultar y contrastar en diferentes webs.

Estamos luchando contra un enemigo que no conocemos mucho, lo que nos genera desconcierto a todos. Esto puede llevarnos a producir noticias que solo se basan en creencias y supuestos, sin sustento científico.

Por eso hoy, más que nunca, debemos confiar en el desarrollo científico y tecnológico para combatir esta pandemia.

Consumir y creer noticias falsas puede acarrear consecuencias que afecten nuestra salud y la de nuestros familiares, ya que puede provocar que tomemos decisiones de riesgo basadas en motivos equivocados o completamente falsos. Más que nunca debemos actuar como ciudadanos digitales conscientes y responsables de nuestra conducta en las redes.

Todos estamos afrontando esta realidad como podemos y muchas veces esto se suma a otros problemas que ya vivíamos, como otras enfermedades, el desempleo, la soledad y la violencia de género, entre otros.

Un hecho significativo y un precedente importante en Argentina fue la denuncia e imputación contra un policía y empresario por generar temor a través de la producción y viralización de noticias falsas en audios de WhatsApp. En España, con el objetivo de perseguir este tipo de delitos relacionados con fraudes, el Grupo de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil ha creado un canal de comunicación ciudadana para rastrear el fraude online, aprovechando el Estado de alarma por el Covid-19.

Por otro lado, algunas noticias están fomentando discursos del odio y discriminatorios que no solo violentan y confunden, vinculando a la enfermedad con lugares u orígenes étnicos, a través de expresiones como “el virus de los chinos o asiáticos”, que solo criminalizan a ese sector social culpándolo y fomentando más caos a esta crisis. Los asiáticos, por su lado, afirman que no ellos son un virus, y están regalando mascarillas y gel desinfectante en España a cuerpos de seguridad, bomberos y hospitales.

También se han dado situaciones de discriminación de personas que están padeciendo la enfermedad, junto a los trabajadores de la salud, implicados necesariamente en los ámbitos de riesgo.

Sin dudas, la pandemia posiciona a internet como el ámbito de convivencia necesaria, y nuestra vida está más digitalizada que antes. De alguna forma tenemos que comprender que nuestras conductas en las redes generan consecuencias reales en la sociedad y tenemos que hacernos cargo. Ser ciudadano digital implica ser consciente y responsable de nuestras conductas y sus consecuencias.

Un desafío que tenemos es el de promover un clima saludable en la convivencia digital, reconociendo que lo que pasa ahí también puede impactar en nuestra salud mental y física; y otra urgencia es comprender que necesitamos defender a la salud y a la información como un derechos de todos.

*Lic. en Psicopedagogía, Argentina. 

**Policía de Menores, España.