Organizaciones políticas, sociales y sindicales se unen en Jujuy en contra de la reforma constitucional 

Referentes de organizaciones políticas, sociales, sindicales y vecinalistas de Jujuy se unieron en el rechazo al proyecto de reforma constitucional impulsado por el gobernador Gerardo Morales, que fue aprobado este martes en la Legislatura. Programan convocar a un cabildo abierto el 13 de octubre próximo y eventualmente presentar candidatos para la elección de convencionales constituyentes.

«Hay un síntoma social y político en Jujuy, que es la reunión de sectores que tal vez en otras épocas no se hubieran reunido, pero que ahora conversan y buscan acuerdos y puntos en común», describió en diálogo con El Submarino Radio (FM Conectar 91.5) Juan Manuel Esquivel, referente de la Organización Barrial Tupac Amaru y diputado provincial (MC).

Son más de 60 organizaciones que fueron coincidiendo en una serie de reclamos puntuales, como el repudio a la persecución a referentes sociales y políticos y las acciones en contra de los aumentos desmedidos en la tarifa de electricidad.

Entre muchos otros, están el Movimiento Somos Barrios de Pie, el Movimiento Evita, Nuestramérica, la Corriente Clasista Combativa, el Movimiento Nacional Campesino Indígena, la ONG Juanita Moro. Por el lado de los espacios políticos, participan representantes de Partido Solidario; la CON; Forja; Arriba Jujuy, cuya referente es la diputada nacional Carolina Moisés, y Juntos por Jujuy, del senador nacional Guillermo Snopek.  También organizaciones sindicales, centros vecinales y profesionales de diversas disciplinas.

Esquivel recordó que aquellas primeras coincidencias derivaron «en unas marchas gigantescas» y también en la conformación de la Multisectorial Contra el Tarifazo. Ahora, la oposición a la iniciativa de reformar la Constitución de la provincia vuelve a encontrar a esas organizaciones unidas contra lo que el exdiputado calificó como «una aventura de Gerardo Morales que es contra la provincia de Jujuy».

«Hay que poner el asunto en contexto -analizó-. Se está dando un clima en el que, primero, podemos decir que nos une el espanto. Y lo que nos une, claramente, es el hartazgo hacia Gerardo Morales».

En este conjunto de sectores, hay algunos que en el pasado apoyaron la gestión del gobernador pero ahora sienten «una decepción absoluta», describió Esquivel.

«Estamos muchos otros que no confiamos en Morales desde el día 1 -continuó-. Me tocó ser diputado durante el primer mandato, entre 2015 y 2019, y para nosotros no es una decepción porque sabíamos que era un autócrata, que es un tipo que maneja todo el poder, siempre lo ha sido, aun en su propio partido político. Así que no era difícil saber cómo iba a ser en el despliegue de su gobierno».

En esta amplia confluencia de espacios sociales, sindicales y políticos hay también sectores del peronismo, hoy altamente cuestionado por haber otorgado los votos necesarios para que se aprobara el proyecto de reforma constitucional.

Pero para Esquivel, es preciso «diferenciar el  peronismo y el pejotismo que conduce el diputado Rubén Rivarola, con toda la gente que ayer traicionó las bases de sustentación de su partido otorgándole los votos a Gerardo Morales y convirtiéndose, con más claridad y ante la sociedad completa, en sus socios predilectos».

Sobre la cuestión de la votación, el dirigente mencionó al «diputado levantamanos», en referencia a Fernando Posadas, el legislador del bloque Justicialista que levantó la mano en la votación del proyecto. «Salió a darle su voto a los radicales, pero sabemos que acá no hay loquitos sueltos -remarcó-, sino que hay sociedades; y los contratos se cumplen o se cumplen, porque si no se cumplen quedás fuera, y con Gerardo Morales las cosas son claras: Roma no paga traidores».

Conocedor de la dinámica legislativa, Esquivel analizó: «Podrían no haber asistido a la sesión y dejar solo al oficialismo, a ver si podían con los números propios. Pero muy pocos han manifestado su negativa, muchos de los diputados del bloque del PJ se han quedado callados. El presidente (Rivarola) dio una expresión muy general ‘el bloque no vota’, pero finalmente uno del bloque votó. Entonces, si uno vota, todos los del bloque votan. No hay otra historia».

«Ayer estaba absolutamente acordado que le daban el voto a Gerardo Morales para esta reforma constitucional que, lo hemos dicho, no tiene consulta, se hace a espaldas del pueblo, es inoportuna, va a ser cara y es innecesaria», agregó.

Para Esquivel, «ni interesa avanzar» en las cuestiones puntuales del proyecto. «Uno podría ir señalando artículo por artículo, pero la verdad es que vamos a seguir señalando, por lo menos desde nuestro partido y nuestra organización social, que no queremos la reforma».

«Este proyecto es una aventura autócrata de Gerardo Morales, además con tono un fascistoide que no tiene que ver ni siquiera con el radicalismo original. Creo que radicales de pura cepa, aquellos que rezaron el preámbulo de la Constitución en 1983, se deben estar revolcando en las tumbas con lo que está haciendo Morales», señaló Esquivel.

Con la premisa principal de «no a la reforma», este conjunto de organizaciones encara la campaña de elección de convencionales constituyentes. «Vamos a seguir sosteniendo, este es el acuerdo de base para estar en este grupo, no a la reforma», afirmó.

-¿Van a proponer convencionales?

-El acuerdo de base es hacer, en una expresión social y política de unidad, una propuesta para estas elecciones que además van a caer en los tiempos más difíciles que siempre vive la Argentina, porque los fines de año en términos sociales y políticos son tremendos, y además se va a mezclar con todo el clima generado por la euforia del Mundial. La idea es lograr la mayor cantidad de convencionales constituyentes, y ver si podemos tener los 25 necesarios. Porque en la convención se vota por simple mayoría. Si se logra eso, el objetivo será no permitir la reforma.

-¿No hay ninguna idea de una reforma diferente a la propuesta por el gobernador? 

-Hay grupos que lo plantean. Y está bien, porque tenemos una Constitución de más de 30 años. Pero yo creo que hay que hacerlo de cara al pueblo, a la sociedad, a la civilidad, para que tenga legitimidad de origen y todos nos sintamos amparados en esa Constitución. Porque vos, yo, tus hijos, todos los ciudadanos de esta provincia, cada vez que quieren saber qué deben y qué pueden, miran la Constitución. Y si sienten que algún derecho es violentado, uno se refugia en la Constitución, que es salvaguardada y custodiada por la justicia. Pero una Constitución en la que no te puedas refugiar, de la que no hayas podido participar, no tiene legitimidad de origen.

-¿Este espacio de unidad podría ir más allá de la reforma constitucional?

-Los sectores sociales y políticos se van uniendo sobre todo en la acción. Eso va generando un clima de confianza, y si la confianza se consolida, se pueden generar otros tipos de objetivos. Si no pasa eso, será para una acción puntual como ir a lo electoral por la reforma y después quedar todos liberados para seguir otros caminos. O también podrá ser el puntapié y la prefigura de algo que pudiera ser ya una propuesta electoral conducente a plantearse un 2023 en elecciones generales. Pero me parece que eso está muy lejos todavía.