Esta mañana, más de un millar de policías en actividad, retirados y familiares de los efectivos marcharon alrededor de la plaza Belgrano y luego trasladaron sus demandas a la Central de la Policía en la avenida Santibáñez. En las redes sociales, agitan que la protesta se traslade a los domicilios del gobernador, Gerardo Morales y del ministro de Seguridad, Ekel Meyer.
Exigen un aumento salarial del 45%, pago de horas extras, pago por insalubridad, entre otras cuestiones. También reclamaron al mandatario que despida a Meyer, y al jefe de policía, Guillermo Corro.
Demandan una actualización de los salarios, que “desde hace muchos años” no tienen una mejora y que fueron “ampliamente superados por la inflación”, según indicaron en un petitorio dado a conocer hace algunas horas.
Piden insumos para mejorar el equipamiento policial, tanto en lo que refiere a elementos de protección personal como a los móviles policiales y las instalaciones de las diferentes dependencias.
En el petitorio rechazan además la aplicación de sanciones como el arresto de los efectivos y solicitan que se actualicen los reglamentos de la fuerza para que se garanticen sus derechos de los miembros de la fuerza.