Por Alberto López Girondo, en Tiempo. El secretario de Estado, Mike Pompeo, encendió motores de cara a la reunión de cancilleres de países miembros del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR); que se desarrollará en Bogotá. En un discurso en la Universidad de Louisville, en Kentucky, el ex jefe de la CIA del gobierno de Donald Trump prometió ayuda a la represión de las protestas populares que se desarrollan en países aliados de EEUU y acusó presuntos agentes cubanos y venezolanos por las manifestaciones que pueblan las calles de Chile y Colombia.
“Vamos a ayudar a los gobiernos legítimos de América Latina. Sabemos que Cuba y Venezuela han tratado de secuestrar las protestas legítimas en países de la región para sus propios fines ideológicos, algo que esas naciones no han tolerado», fueron las palabras que utilizó el secretario de Estado.
Este martes, representantes de países latinoamericanos se reúnen en la capital colombiana en lo que seguramente culminará en un compromiso de ir hasta las últimas consecuencias contra el gobierno de Nicolás Maduro, sin olvidar al que encabeza en La Habana Miguel Díaz Canel.
En su discurso de Louisville, Pompeo acusó a Cuba de mantener «miles de agentes de inteligencia cubanos» que, según insistió, «son el soporte vital de régimen de Maduro”. Ahí aprovechó para fijar posición sobre la marcha atrás en descongelamiento de relaciones con La Habana que había iniciado Barack Obama en diciembre de 2014.
«Hemos echado atrás algunos de los acercamientos con Cuba aplicando nuevas sanciones. Reconocemos que el acercamiento no mejoró el historial de derechos humanos del régimen cubano ni impidió que interfiriera ilegalmente en Venezuela», afirmó. El recrudecimiento de las sanciones y el bloqueo comenzó ni bien Trump asumió el gobierno, en enero de 2016, apenas un año y unos días más tarde.
El TIAR, un instrumento militar creado en 1947 en Río de Janeiro en el marco de la Guerra Fría entre EEUU y la Unión Soviética para que los ejércitos de los países de la región se sometieran a los designios del Pentágono. En la práctica, esa alianza militar resultó adversa para Argentina en la única vez en que se intentó poner en acción, que fue durante la guerra de Malvinas. La dictadura militar pidió la aplicación de sus pactos de defensa contra una agresión extranjera ante el ataque de la flota británica. El gobierno de Ronald Reagan se opuso.
El diputado de la Asamblea nacional de Venezuela (antichavista) Williams Davila dijo a la Voz de las Américas (VOA, el servicio del gobierno de radio y televisión de EEUU) La que en ese encuentro se organizará » una red de inteligencia de todos los organismos de seguridad y policial de los países signatarios del TIAR a los fines de actuar contra las personas que resulten sancionadas que resulten comprometidas en violaciones en derechos humanos».
En consonancia con Pompeo, Davila dijo que será la forma de combatir a los “elementos violentos que subvierten el orden público en alguno de estos países que tienen motivos legítimos para protestar, pero que son explotadas y aprovechadas por elementos del régimen de Maduro”.