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Tras la devaluación y en medio del actual contexto económico, alertan que 80 mil trabajadores perdieron su trabajo en las pymes industriales durante los últimos dos años, lapso en el cual se cerraron más de 4500 pequeñas y medianas empresas, siendo la zona más afectada la Provincia de Buenos Aires, donde se concentran un 62 por ciento del total de la Argentina.
Los números se desprenden de un relevamiento de Industriales Pymes Argentinos (IPA) a Popular, desde donde precisaron que la situación se origina principalmente en la falta de financiamiento para que las pymes subsistan, más allá de otros problemas como los aumentos en insumos y tarifas, la retracción en el consumo o el cada vez más notorio crecimiento de la informalidad.
“A nivel nacional, la caída que tenemos a septiembre es del 8,7 por ciento. En dos años se perdieron 80 mil puestos de empleo y más de 4500 pymes. La transferencia del mercado formal al informal es algo que se volvió muy común en los últimos meses”, diagnosticó Daniel Rosato, presidente de IPA.
Sobre esta situación, el especialista agregó que también se redujo a la mitad el número de pymes industriales que exportan: “Antes eramos el 10 por ciento y hoy quedamos menos del 5 por ciento, todo en un año y medio. De hecho, hoy la mayoría estamos prácticamente sin rentabilidad”.
“Se había abierto una puerta cuando fue la gran devaluación, después se retrajo aquella pyme que podía exportar y no pudo hacerlo debido a que el dólar pasó de 42 a 37 pesos. Por otro lado tenemos la quita de los reintegros que había dado el gobierno de 3 puntos y las retenciones del 8 por ciento. No han vuelto a ser competitivas debido a estos inconvenientes”, detalló.
De las 80 mil pymes industriales que hay en el país, unas 50 mil se encuentran en territorio bonaerense, lo que representa un 62 por ciento del total, mientras que los rubros más afectados son los del plástico, metalmecánico, textil y calzado. “El papel y los alimentos cayeron debido a que no hay mercado interno por la baja de consumo; en textiles porque los productos llegan más baratos del exterior. Los que más se sostuvieron son los vinculados a la energía y la metalmecánica, por las inversiones en Vaca Muerta”, expresó.
Al analizar la situación del sector, Rosato explicó que “lo que se busca es sostener la fuente de empleo y mantener la facturación, todos tratan de buscar la manera para no perder”, aunque reconoció que empieza a haber medidas que afectan a trabajadores: “Algunas pierden, les va mal, están con problemas y por eso hubo achicamiento de la jornada laboral, suspensiones y despidos. Hoy son pocos los que hacen horas extras, cuando antes sí. Esto se está viendo más desde septiembre, cuando se profundizó la crisis”.
Uno de los problemas de la crisis en el sector industrial está relacionada con el dólar. “Si bien el tipo de cambio bajó, los precios no. No acompañaron al dólar de 42 pesos para bajar a 37, se quedaron ahí. Eso se nota a la hora de observar los insumos”, señaló el titular de IPA.
En tal sentido, quien también es titular de la Unión Industrial provincial y presidente del Parque Industrial Plátanos (Berazategui) profundizó: “Hoy estamos produciendo con un dólar de 40 a 42 pesos y está 37. Las empresas grandes, que son formadoras de precios, te venden insumos para maquinarias en pesos, pero con un valor de dólar a 42. Al no haber previsibilidad, todo el mundo especula”.
Con respecto a la suba en las tarifas, aseguró que “todas las pymes industriales tienen consumo de electricidad y gas, que hoy es un poco más caro por unidad” y reveló: “Para una pyme pequeña, las tarifas tienen una influencia de entre el 10 y el 15 por ciento en los gastos; para una mediana, que compra en el mercado mayorista, va del 20 al 30 por ciento”.
