El Submarino Jujuy Noticias de Jujuy, Argentina y el mundo
Para el docente de Economía Guillermo Sapag, el acuerdo con bonistas extranjeros alcanzado por el gobierno nacional es clave por el tiempo de gracia y la quita de capital e intereses, lo que «va a ser beneficioso para poder pagar esta deuda a una tasa razonable», comentó.
En diálogo con El Submarino Radio (FM Conectar 91.5), analizó: «Después de siete meses de negociaciones, llegar a este acuerdo es importante porque es en corto plazo, si pensamos lo que fue en 2005 y 2010, para obtener un 92 por ciento, y hoy existe una posibilidad de que superando el 70, 75 por ciento se acomode con el total. Además, evitar la posibilidad de que algunos bonistas vayan a la justicia, y lo que es peor, a la justicia de otros países, por cómo negoció Macri el esquema de deuda. Porque no podía haber hecho algo más perjudicial que solicitar un préstamo con legislación extranjera».
En este punto, remarcó que esta misma situación se dio en la provincia de Jujuy, «donde nuestro gobernador tomó sobre todo deuda extranjera y con legislación extranjera. Ahí es donde los buitres terminan llegando a reclamar en Londres o Nueva York, con la complicación que esto significa».
«Este acuerdo no solo beneficia al estado argentino sino también a los privados, que van a tener financiamiento externo a tasas accesibles. Se estaba pagando el 8 o el 9 por ciento en dólares, cuando un bono de Estados Unidos paga el 2 por ciento», continuó Sapag.
Destacó además la relevancia mundial del acuerdo: «Están todos pendientes en virtud de que el mismo FMI expresó que van a ser más de 100 países los que van a tener problemas con la deuda y van a necesitar reestructurar».
En este sentido, puso como ejemplo el caso de Ecuador, que hace dos meses reestructuró su deuda «con un valor presente neto de 60 dolares por un bono de 100, mientras que nosotros estaríamos acordando aproximadamente en un valor presente neto de 54, casi 55. Es un mejor negocio».
Otro aspecto que destacó Sapag es la relación de la deuda con el PBI nacional. «La devaluación en la etapa macrista por un lado hizo caer el PBI y por el otro lado hizo crecer la deuda. Cuando Cristina Kirchner se fue del gobierno, la deuda rondaba el 30 y pico del PBI. Macri dejó prácticamente un PBI entero de deuda», repasó.
Por otro lado, destacó el margen de espera. «Antes de la pandemia ya planteábamos la necesidad de una espera; con la pandemia se complica más, porque este es un año malo para todo el mundo. Ahora tenemos dos años y pico de espera, y eso nos permitirá volver al círculo virtuoso de la producción y el consumo», analizó.
«Tenemos que volver a una producción importante -continuó-, volver a exportar, volver a mirar la industria como resorte de soberanía, la ciencia y la técnica, que tanto resultado dio justamente ante la pandemia».
De cara al futuro, entonces, consideró que «ojalá no sigamos en esta matriz de endeudamiento que tantos problemas ha causado a la Argentina desde su nacimiento, empezando por la Baring Brothers y terminando, al menos por ahora, con el gran endeudamiento de Macri».
«Ahora hay que esperar que este gobierno tome las medidas que corresponde, fundamentalmente con el sector financiero, que a decir verdad y como autocrítica en los 12 años de kirchnerismo poco se avanzó sobre este gran negocio que es la especulación financiera», señaló.
Frente a esta cuestión, mencionó el caso de Black Rock, que «maneja un fondo de 7 billones de dólares, lo que significa las 2/3 partes de las jubilaciones del mundo, de los aportes, y la tercera parte del PBI de Estados Unidos».
«Ellos viven de los intereses, no tienen preocupación por recuperar el capital. Esta historia en la Argentina también la tenemos con el tema de la tierra. Vivimos de la renta por siete generaciones, para qué vamos a poner plata en la producción si podemos vivir de rentas, de intereses, de alquileres. Pero este es el cambio que necesitamos, no solo en la Argentina sino en el mundo», completó.
